Opinión

Pedro, ajeno a la realidad

Las comparecencias de Pedro Sánchez son ajenas a la realidad, se muestra preocupado y con el rostro desencajado… ¡Desde luego que no es Arias Navarro anunciando la muerte del Caudillo! En todas sus intervenciones viene a decir que los españoles no hemos sido buenos en estos últimos meses con la libertad de movimientos que él nos da para devolver a España a la normalidad, su normalidad...

¡Qué patético rostro, qué patética cara, qué patéticas palabras! También dice el aprendiz de filósofo que tenemos como Presidente del Gobierno que él se ha portado bien dando tanto dinero y tanta libertad a las Comunidades Autónomas… ¡Será a algunas, a las que a él le conviene! Dice el susodicho que cada pueblo, ciudad o territorio de la nación tendría que estar orgulloso de su acción de gobierno...

¡Qué despropósito, qué egocentrismo petulante! Nos acusa a los españolitos de no dar ejemplo de educación y convivencia nacional, porque se siente vilipendiado cuando visita algún que otro rincón de nuestra geografía peninsular o insular.

Nuestro mandamás, piénsenlo, es hermano gemelo de Rodríguez Zapatero, ya que los genes de los brotes verdes los llevan en la sangre : ¡estos socialistas serán muy aficionados a los espárragos! El cuento de los brotes verdes ya no se lo cree ni el tonto de la película Que se mueran los feos… La política de Sánchez equivale a eso de que en un estanco no se puede fumar pero te venden tabaco, es decir...

¡La incongruencia en su máxima expresión! Don Pedro (creo que exagero el trato) es constante en hacernos creer que todo lo hace por nuestro bien...

¡Qué falsedad más monstruosa! Perdóneme Pedro por no creerle, pero váyase...

¡Por el bien de los españoles!

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Por María Beatriz Muñoz Ruiz