Vivimos en una democracia, el problema de la libertad de expresión es que, aunque es un derecho fundamental, a veces se enfrenta a barreras prácticas y políticas. Muchos medios de comunicación tienen líneas editoriales que reflejan ciertos intereses políticos o comerciales, esto puede llevar a la censura de opiniones que no se alinean con sus perspectivas o de sus anunciantes y seguidores.
Además, en un mundo donde la polarización política está en auge, los medios de comunicación pueden volverse más partidistas, priorizando narrativas que apoyen a sus afiliaciones políticas. Esta realidad puede limitar el espacio para debates abiertos y equilibrados.
Por otro lado, la moderación es a veces necesaria para evitar la propagación de información falsa o perjudicial. Sin embargo, encontrar el equilibrio entre moderar el contenido y permitir la libertad de expresión es algunas veces un desafío constante.
La solución puede estar en diversificar las fuentes de información y apoyar medios independientes que se esfuercen por proporcionar una cobertura equilibrada y objetiva, de esa forma se puede acceder a una variedad de perspectivas y formar opiniones bien fundamentadas.
La libertad de expresión es el derecho fundamental de expresar opiniones, ideas y creencias sin temor a represalias o censura, siendo un pilar básico de las democracias. Sin embargo, esta libertad no es absoluta y debe coexistir con otras consideraciones.
Por otro lado, la moderación se refiere a la regulación del contenido, con el fin de garantizar que la comunicación se mantenga dentro de ciertos límites legales y éticos. Esto incluye eliminar contenido que incite al odio, la violencia o la desinformación.
El equilibrio entre estos dos conceptos implica encontrar un punto intermedio donde se proteja la libertad de expresarse, pero también se garantice que esa libertad no cause daño o perpetúe el odio.
Porque la identidad política de algunos medios de comunicación puede limitar la diversidad de perspectivas. Igualmente, los medios deberían ofrecer un espacio donde diferentes voces y opiniones puedan coexistir y ser escuchadas.
El papel de los medios independientes y la responsabilidad de los consumidores es buscar activamente información veraz y variada que son esenciales para una sociedad democrática.
Los medios plurales e independientes ofrecen una mejor plataforma para una diversidad de voces y perspectivas, sin las limitaciones de las identidades políticas o intereses comerciales, esto no solo enriquece el debate público, sino que también fortalece la democracia al proporcionar a la ciudadanía acceso a la información veraz, equilibrada y sin ninguna censura.
Incluso una escritora y filósofa muy conocida, Remedios Zafra, denuncia en sus libros la explotación de muchos medios de comunicación, que no pagan nada por la publicación de artículos de todo tipo, de escritores, profesores etc.
Es preciso destacar o poner de manifiesto que, escribir es una actividad intelectual que implica la existencia de unos derechos de autor, que no se pagan a los autores y encima algunos medios, todavía censuran lo que se escribe, debido al falso concepto que tienen de la realidad, en todos los sentidos.
CONCHI BASILIO