Opinión

Un otoño caliente

No es necesario ser un experto en materia económica para saber que las previsiones económicas a muy corto plazo para España y Asturias son más negras que el carbón, ese carbón que a no mucho tiempo daba riqueza y prosperidad a las Cuencas mineras. 

El régimen social comunista que ha gobernado Asturias desde el advenimiento de la democracia ha dejado a nuestra tierra como un solar demográfico, y esto no ha sido producto de la casualidad, o de la mala suerte. Esto ha sido producto de una suicida política económica consistente en desmantelar la industria asturiana a cambio del recurso facilón de las prejubilaciones, que han resultado ser pan para los padres, y miseria y exilio laboral para hijos y nietos, a lo que hay que añadir, el despilfarro inútil y clientelar de los Fondos Mineros como oportunidad fallida para dar un impulso económico a nuestra tierra. 

Asturias tiene una población muy envejecida cuyo futuro económico inmediato descansa en la estabilidad financiera del sistema de pensiones. Estabilidad financiera que se ve muy seriamente amenazada en el corto plazo por un gobierno social comunista que, en lugar de hacer una reestructuración patriótica del gasto público español en aras a garantizar la estabilidad de la estructura financiera del Estado, y con ello la estabilidad financiera del sistema de pensiones, ha decidido aumentar el ya disparatado gasto público innecesario y clientelar en un momento de drástica merma de la recaudación tributaria. Lo que unido al lógico y necesario incremento del gasto público derivado de los mecanismos estabilizadores que conlleva el exponencial aumento del desempleo, hace que el mayor mecanismo de estabilidad y cohesión social en Asturias, las pensiones, estén en grave riesgo, si no tomamos medidas. 

El tejido empresarial asturiano tampoco pasa por su mejor momento, acosado como está, por un gobierno social comunista, que ha convertido a Asturias en un infierno fiscal, con tributos de escasa recaudación tributaria, y alta carga ideológica. Tributos de competencia autonómica que se han convertido en el capricho ideológico de la izquierda social comunista asturiana, que provocan la huida de empresas, al tiempo que desincentivan a inversores a establecerse en Asturias. 

Especial incidencia está teniendo en el estratégico sector industrial asturiano la caótica política energética del gobierno social comunista. La industria asturiana está al borde de la extinción empujada por una política energética suicida que lastra su competitividad. Cuando ya sea tarde, clamaremos contra las deslocalizaciones. 

El futuro inmediato del tejido empresarial asturiano, y muy especialmente del estratégico sector industrial, no es nada halagüeño. El rebrote ha llegado mucho antes de lo previsto, en el tiempo y en extensión, y los últimos informes del Banco de España recogen el duro varapalo que esto supone para una economía española en estado comatoso.. 

Ante este negro panorama VALORES quiere lanzar un mensaje de esperanza a los asturianos y a los españoles diciendo que sí hay solución, solución que pasa por echar cuanto antes al gobierno social comunista, y abordar de forma inmediata la implementación de medidas económicas racionales, coherentes, y acordes con el estado de emergencia nacional que estamos viviendo. 

Implementación de medidas económicas cómo la erradicación del gasto público innecesario y clientelar, mediante la eliminación de miles y miles de chiringuitos, mediante el ahorro de cerca de 30.000 millones de euros con la eliminación de subvenciones puramente clientelares a vividores de lo público, y todo ello, con el doble objetivo de reestructurar y reducir el devastador gasto público estructural español, y el no menos devastador endeudamiento público necesario para su financiación, que hace que a día de hoy, la soberanía financiera nacional esté en manos del Banco Central Europeo. 

El masivo endeudamiento público llevado a cabo por los gobiernos de Zapatero, Rajoy, y ahora Sánchez, para poder financiar el desbocado gasto público innecesario y clientelar, hace que el Estado Español sea incapaz de atender los vencimientos anuales de la montaña Deuda Pública que nos sepulta, y sólo la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo está evitando por el momento la declaración de quiebra.

Botón de muestra del despilfarro sistemático de los recursos públicos lo tenemos aquí en Asturias, donde chiringuitos varios dilapidan cientos de millones de euros anuales en gasto público puramente clientelar, y donde todavía se pretende, con la que está cayendo, crear el nuevo chiringuito de la Llingua. 

Desde VALORES Asturias queremos lanzar un mensaje de esperanza a los asturianos, y decirles que si hay solución a la inminente ruina que se nos viene encima. Esta solución pasa por un nuevo gobierno que practique una administración leal y patriótica de los recursos públicos, movilizando los miles y miles de millones de euros que se despilfarran anualmente en favor de la economía productiva de este país para que genere riqueza y empleo.

No será fácil el camino, pero se puede hacer.

Rodolfo Espina Gutiérrez

Presidente de Valores Asturias

Noticias de Opinión

""Hay que regresar al cultivo de la certeza, a la óptica de la evidencia y de la generosidad, al manifiesto creativo cooperante y al verdadero amor humano como don de sí. A partir de esta comunión existencial, será como realmente progresemos""

La sanidad pública en España se encuentra en un punto muerto, ya que llevamos años padeciendo falta de todo tipo de sanitarios