Opinión

Atrasos de la modernidad

La mayoría de los terrestres estarán de acuerdo en que los avances tecnológicos son necesarios en este mundo de la sociedad de la información.

Efectivamente, son necesarios, pero claramente poseen abundantes desventajas que a veces nos llevan a perder las buenas costumbres.

No hace muchos años cuando se salía de casa temprano para trabajar, lo común era saludar con el típico “buenos días”.

Hoy día, sales por la mañana y la gran mayoría de personas van obcecadas con su teléfono móvil, sin mirar nada ni a nadie, y si chocan contra tu persona, el culpable eres tú.

En el ámbito de la administración laboral, los programas informáticos te confeccionan una nómina en un santiamén.

Pero cuando la nómina se complica por cálculo de pluses, horas extras por fuerza mayor… los jóvenes recién salidos del Grado Superior de Administración no la saben desarrollar a mano (pregunten, pregunten… en alguna asesoría o gestoría).

Hoy día, escribir con puño y letra está considerado desfasado y yo me asusto cuando veo un manuscrito actual con tantas falta de ortografía y con caligrafías ininteligibles (qué tiempos aquellos en que los Hermanos Maristas nos hacían cuidar de nuestra caligrafía).

En el sector industrial está la máxima desventaja de los llamados avances tecnológicos: ¿Cuántos puestos de trabajo se han eliminado con la implantación de maquinaria de última generación? Y así, podríamos poner infinidad de ejemplos que demuestran que las nuevas tecnologías también afectan de forma negativa la vida cotidiana de los ciudadanos. 

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Por María Beatriz Muñoz Ruiz