Opinión

Rajoy y sus secuaces

Ayer, el pueblo español recibía un jarrón de agua fría al comprobar que el Tribunal Constitucional, tras 13 años, habiendo estudiado el momento preciso, festejaba por todo lo alto los derechos de la mujer ante la vida de sus nascituros, ante los bebés que vienen en camino. Las cadenas de radio, colegas del Gobierno, les dedicaron los espacios mejores ante tal ganancia descomunal. Los diversos partidos políticos, esos que se congratulan de ser los mejores, los más cercanos a las personas, no soltaron prenda alguna. Sin embargo, la poca gente de buena fe que sigue habiendo, con sus silencios, en sus tristezas interiores lo decían todo.

Los primeros que saltaron a la palestra fueron los de la Conferencia Episcopal Española, los mismos que, habiendo estado el Partido Popular en el Gobierno no le echaron en cara nada y ello demostraba que, lo políticamente correcto también se vive en tales esferas. El asunto moral podríamos decir que venía a cuento en segunda o tercera vía, ya que la primera fila de argumentario le correspondía a los diversos Colegios Médicos Españoles, los mismos que de manera continua han ido argumentando y dando la cara. Tengo claro que la aventura maravillosa de traer hijos al mundo, por su importancia, es ante todo un tema clínico, médico y no moral.

Los silencios del Sr. Rajoy en su mandato gubernativo antes que estos locos viniesen fueron descomunales. Poseían las bancadas suficientes como para zanjar este tema y pasaron de él, dejándoles las puertas abiertas al mundo socialista para que hiciese o deshiciese lo que les viniese a su antojo. Así pasó también con Aznar respecto al Trasvase del Ebro al Sur de España. No nos olvidemos que "el demonio sabe más por viejo que por diablo".

Hemos de quedarnos con lo que en su día comentaba la Comunidad Científica Española, la cual es la única que entiende de estos avatares, mucho más que los partidos políticos, que el Gobierno y por supuesto que, el Tribunal Constitucional: "Pedimos honestidad científica para no negar lo que es evidente: existe una vida humana desde el momento de la concepción, que ha de ser protegida y cuidada por los que nos hemos formado para curar y aliviar". Tal manifiesto ha ido reafirmando lo que en cuantiosas veces se han ido pronunciando.

El grupo político nacional de VALORES, para estos comicios del 28M lo lleva de lleno. Con los silencios del Sr. Rajoy y sus colegas del Partido Popular, una vez más, de manera sibilina, han ideo de la mano del Partido Socialista. Unos y otros, una vez más, siguen comiendo del mismo plato. Sin duda alguna, el Sr. Feijóo no creo hable al respecto y si lo hace, no lo duden, hará todo lo posible ni por mojarse en estos temas ni en otros parecidos. Los votos mandan y, a todo esto, en mi tierra se le llama hipocresía. Aquí está el nivelón de nuestros políticos actuales.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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Por María Beatriz Muñoz Ruiz