El problema gravísimo de las humanidades, especialmente, las de creación es que no tenemos métodos de verificación y de falsación. No como en la ciencia.
En un artículo de Juan Valera, publicado en la Revista Literaria, El Imparcial, del 17 de junio del 2001, titulado Huella del alma, por Francisco Acebal. Nuestro gran novelista literario del realismo nos analiza no solo esta obra y a este autor, sino el concepto de novela y narrativa.
Debo ser sincero, que yo sea consciente, no había oído nada de esta novela, ni de este autor. Puede que sea falta propia, falta de conocimientos, falta del azar propicio. Pero, pienso que refleja la realidad. Que esta obra merezca un comentario-crónica-artículo del gran Varela, es que dicho autor, o, consideraba que era una obra narrativa notable, o, y, quizás, tenía un grado de amistad o de obligación con el autor (Francisco Acebal, 1866-1933) o el editor, y, se vio obligado a realizar un análisis-elogio-homenaje al autor y a la novela y a la literatura.
El dramático problema de las Humanidades (Filosofía, Literatura, Artes, Teologías-Religiones, es que se pueden argumentar con la razón, pero al no poderse utilizar el método científico, no se puede verificar o falsar, según Popper), con lo cual, nos encontramos con y sobre una temática una multitud de opiniones diversas, con distinto grado de razón y argumentación, datos y entrelazamientos, pero no con una verificación o falsación absoluta, y, por tanto, cada uno, según sus circunstancias, ambientes, sociedad, cultura, y, mil otros factores, selecciona una o dos opiniones, y sobre ese caballo y avión y barco se piensa y piensa, percibe y se percibe, desea y se desea. Conceptualiza lo verdadero y bueno y lo no-verdadero y no-bueno...
Pienso que este es uno de los tres o cinco grandes y graves problemas de la humanidad, las mismas humanidades, las distintas interpretaciones del mundo, que forman o conforman el tejido esencial de interpretación de todo, forman las grandes arquitecturas de las culturas, sociedades, Estados, civilizaciones, ideologías, religiones, etc. ¿Y, qué sucede? ¿Qué unos indican que los huevos deben degustarse cocidos, aquellos que fritos con aceite de oliva, los vecinos mezclados con pan y vino, y…? ¿Y, los humanos no nos ponemos de acuerdo, esta es la base, esencial y fundamental, después, para/por tener enfrentamientos y confrontaciones, puede que las razones económicas y de supervivencia sean las verdaderas, pero, pero en el fondo las rodeamos de estos sistemas macroideológicos…?
¿Por lo cual, pienso, que si se encontrasen métodos más exactos para analizar los conceptos y prácticas y formas de ser y de actuar de los campos de las humanidades, la vida daría un salto cualitativa de y sobre la verdad, bondad, belleza, racionalidad, prudencia y, habríamos abolido enormes géiseres de sufrimiento y pena y angustia y dolor que los hombres sufren y sufrimos? Porque al final, todo es interpretación cultural humanística, que después, le otorgamos unos toques de racionalidad científica.
¿Cuál es la narrativa correcta, cual la novelística genial, cual es la obra maestra en la literatura, cuales sus autores…? ¿Cuándo la solución a este problema, como Medusa tiene multitud de brazos, no somos capaces de abordarlos todos…? ¿Siglo tras siglo, es la misma historia, una enorme cantidad de producción cultural, en el sistema y concepto amplio de humanidades, y, la mayoría se olvidan antes de llegar al mercado de las plazas públicas, algunas, tienen alguna presencia de unos meses o años, otras, solo algunas quedan para generaciones futuras,, algunas…? ¿La inmensa mayoría, que alcanzan notabilidad en su tiempo, se olvidan después…? ¿Es el caso de la novela que el gran Valera nos comenta, de este escritor y periodista?
Ya, ya he indicado hasta la saciedad, una pequeña solución, no total, pero al menos, una esperanza de respuesta. Hoy la tecnología nos lo permite, archivar curriculum, al menos, de los cientos de miles de autores y autoras en todas las especialidades humanísticas y de todos los saberes. Al menos, para si alguien desea buscar, le sea fácil encontrar, al menos, una introducción y datos y producciones culturales, sea en el género o saber que sea…
Podríamos profundizar en el gran hueco y pozo de petróleo y de gas del saber, de cómo las teorías literarias o artísticas se van modificando a lo largo del tiempo, como se van seleccionando autores y obras, cómo existe una infraestructura material y social que pondera el valor de unas obras y no de otras.. Cómo va quedando ese poso, que denominamos el gran arte, la gran literatura, la gran filosofía, la gran teología…
Y, el resto, la inmensa mayoría, en el mejor de los casos, queda durmiendo en bibliotecas, algún ejemplar, porque al final, se va destruyendo y deteriorando, aquella obra, que tuvo mil copias, aún más, aquellas que no salieron de los vientres de las ballenas de los cajones.
Ahora la selva de Internet, ha dado una esperanza, a tantos autores y autoras, que cada mañana se levantan, cada noche se acuestan, pensando a ver si este día, es el día, de que alguien de cierta importancia, reconozca todo el trabajo realizado en ese campo. Pero en la mayoría de los casos, saben, a cierta edad, que muchos son los llamados y poco los escogidos. Pero, también, pienso, que es mejor pasar parte de la vida realizando un trabajo creativo, aunque sea mediocre-ínfimo-bajo de calidad, que no llenando las neuronas de alcohol y otros males morales graves.
Aquí, mi homenaje a este escritor, que desconocía su existencia, y aquí, mi homenaje a los millones de humanos, que han dedicado uno o cincuenta años a la creación e investigación cultural, en algún saber o en algún campo, y, la mayoría, de nosotros, yo también estoy incluido, nuestro destino es el olvido. Pero nos queda el consuelo, que hemos intentado buscar verdades y bienes y bondades y belleza. Nos queda el consuelo que hemos buscado paz y paz y paz con nuestros artilugios culturales…