Opinión

Va con los tiempos

El sentido de mis letras...

Por curiosidad, he sondeado estos días algunas teorías conspiratorias bastante curiosas, y hay algunas que tuvieron visos de ser creíbles. Otras son sencillamente pintorescas, como que Paul McCartney murió y fue reemplazado por un doble, pero de todas, una de las que más triunfaron es aquélla que postula que la Tierra es plana.

Al margen de los argumentos esgrimidos por unos u otros para defender y argumentar sus teorías a favor o en contra, me parece tremendamente interesante todo el proceso en sí mismo, porque ya no es sólo una cuestión de fe, sino que detrás de todo está la duda metódica, que en suma no deja de ser la base del método científico que es en teoría la llama que alumbra todo conocimiento y toda verdad.

Por ello no sé la razón por la que a veces quienes dicen defender la ciencia en su máxima expresión caen en el error de descuartizar a quienes dudan del mismo método científico cuando todo es susceptible de la duda, incluso la duda misma.

Ya decía René Descartes que tal vez los sentidos nos pueden engañar y todo lo que vemos, oímos, tocamos, degustamos y en suma percibimos, puede ser una suerte de engaño que nos ponga un diablillo travieso para confundirnos y jugar con nuestra voluntad.

Lo único seguro es el hecho de que dudamos y existimos : «Cogito, ergo sum», «Pienso, luego existo».

Lo demás puede ser verdad o mentira, y la intuición a veces es una buena brújula, pero sólo a veces.

Por eso es bueno dudar incluso de lo que dice la ciencia más puramente ortodoxa, porque cuestionar las cosas tal y como nos son presentadas es bueno y diría más, es incluso sano.

Hay teorías que resultan cómodas de asimilar, y todo lo que resulta cómodo suele ser también agradable y nos hace sentir seguros.

A algunos les hace sentirse como bebés en la calidez de su cuna o en el regazo de su madre, el hecho de pensar que hay extraterrestres ahí fuera, y a otros justo lo contrario : pensar que no puede haber nada más y que el ser humano es la única especie pensante del universo.

Para algunos, la vida es una especie de accidente sin origen y sin causa, y podrían tener su cuota de razón y su porcentaje de desacierto, pero los creyentes sabemos que la vida la creó Dios.

Uno puede evolucionar o involucionar en su pensamiento, entendiendo involucionar volver al punto de partida sin que esto suponga una degradación, pero cuando hay una corriente de pensamiento dominante se suele dar como válida, como verdadera, y se tiende a la burla de todo aquello que no encaje con ella, y eso es algo que va con los tiempos.

Pienso que lo importante es no cambiar la opinión por el comentario ajeno, sino por el descubrimiento personal, único e intransferible. Mientras sea esto lo que ocurre quedémonos tranquilos, y sigamos con nuestra línea editorial, que seguro que alguna acertamos.

A fin de cuentas ciertas leyendas urbanas, como los dobles de Franco, o ciertos fraudes históricos, han terminado confirmándose con el tiempo. Así que...

¿Quién nos garantiza que lo que aparece en las noticias sea cierto? ¿Quién dice que por ejemplo, lo que expongo aquí sea creíble o sea justo lo contrario? Duden, duden, que si dudan es que van por buen camino.

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