Opinión

Murcia 28 M. Sociedad del bienestar

La campaña electoral está finalizando y sin duda no es solo cuestión del mundo político. Son muchos los que hablan de la Sociedad del Bienestar, de pensar en el modelo de sociedad que sirva mejor para el bien común, de ejercitar el derecho al voto con responsabilidad. Esta última semana sin embargo, en los bares, en las familias , en la calle y en la redes sociales se libra otra pelotera superior. Algunos partidos se han salido de madre y lo de la sociedad del bienestar se lo deberían aplicar a ellos mismos, y no hablo precisamente de la izquierda. La derecha murciana, el centro, se ha desmadrado.

Existen partidos en los que la ideología lo es todo, y otros muchos, donde se encuentran verdes y azules, los cuales no son angelitos de la caridad, renuncian a los principios éticos por puro pragmatismo. De una forma o de otra se hace caso omiso del bien común, a la mayoría de los derechos fundamentales, de la persona. Una apuesta de partido político que mira a otra parte, cuando se conculcan los derechos fundamentales de la sociedad, de la tierra murciana, tienen de bien común lo mismo que yo de fraile cartujo.

Son muchas las dimensiones que nos configuran, que velan por su dignidad. El derecho a la vida de todos es más que inalieble; nuestra sociedad murciana no puede permitirse el lujazo, el derecho, la debilidad de eliminar a otros por edad, salud, economía, etc. No es humano y, por lo tanto, nos animaliza a quienes hacen, defienden o promueven acciones contra la vida.

La libertad de opinión en el mundo mediático murciano y dar la oportunidad a que todos hablen, a que todos sean escuchados, sean grandes partidos o pequeños, es más que nula. Nadie puede ser discriminado por su pensamiento político o por ser coherentes con sus principios morales o religiosos. Menos aún, si unos partidos pagan para que no salgan otros. Nadie puede ser callado o señalado por expresar respetuosamente sus opiniones. Esta sociedad del bienestar de la que a todos se nos llena la boca pero que no hacemos caso alguno es la misma que vive de subvenciones de trapicheo y de la discriminación o indiferencia y, entonces aparecen los ciudadanos o partidos políticos de segunda o tercera división a los que de vez en cuando se "les echa algo de comer" para que su conciencia calme los remordimientos o la hipocresía.

La sal evita la corrupción y la luz del mediterráneo nos muestra la verdad. Es en el día a día donde contribuimos a hacer mejor nuestra región; pero también poseemos la obligación de participar en la buena marcha de la sociedad. El próximo domingo, con nuestro voto hemos de hacer punto de ganchillo, del bueno, pensando en los próximos cuatro años . No apoyaremos al partido que es políticamente correcto sino a las personas coherentes que van en ellos. Olvidarnos de las siglas y estudiar a sus personajes merece la pena.

Nuestras tierras murcianas tienen sed y lo sabemos pero también sed de políticos y políticas coherentes: familia, vida, salir del 40% de pobreza y altura de miras para que nuestra Región sea admirada en toda España debe ser una realidad. Hasta ahora, durante 40 años, unos y otros, han bailado al ritmo de "tócame Roque". Ya va siendo hora de desviar la mirada y comprobar que existen otros que llevan al menos 30-40 años de curro y saben qué es trabajar. Echar de nuevo la misma moneda al estanque de siempre no es buscar la sociedad del bienestar, más bien es caer en el mismo agujero y sin remedio alguno de poder respirar nuevos aires.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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