La depresión es, dicho en términos coloquiales, la falta de futuro. Uno lo está pasando mal, pero lo peor de todo es que no se ve la luz al final del túnel.

Piensa que la amargura del presente será la amargura del mañana. Por el contrario, cuando la esperanza existe nos permite luchar sin descanso esperando tiempos mejores.

No hay que olvidar que siempre que llueve, escampa, y que todo temporal amaina. El viaje humano está inevitablemente lleno de acciones y zigzags.

Comenta Bruno Alcaide que Bruno Bettelheim escribió en "Sobrevivir": "El dolor, por fuerte que sea, se hace más llevadero si uno está convencido de que con el tiempo se curará. La peor calamidad es tolerable si uno cree que pasará. La angustia más penosa se alivia tan pronto como la tranquilidad está al alcance de la vista".

Vivir, vivir, vivir es un antídoto al aburrimiento y a la depresión.

Cuando sabemos esperar, descubrimos la fortaleza del presente. Y como dice Viktor Frankl, "el pasado de la persona constituye el futuro que debe actualizarse en el presente". El pasado al servicio del futuro en el presente. Ciertamente todo nos dirige al "hoy", de ahí su gran importancia en la vida de la persona. Así como cuando vamos a casa de un amigo y en la cena acompañamos con un presente, (una botella de vino, unos pasteles, caramelos etc.) así la vida nos regala el "presente" para poder disfrutar de la gran fiesta de la Vida.

Cuando creemos en la Esperanza, se hacen presente los tres tiempos. La Esperanza es el camino a tu propio ser. Esperamos llegar a lo que realmente tiene sentido y, en ese caminar, nuestra compañera es la propia esperanza de conseguir a lo que estamos llamados.

Miguel Cuartero
Orientador Familiar
Experto en Logoterapia
Asociación Viktor Frankl Región de Murcia
Correo electrónico: correo@viktorfranklregiondemurcia.org