Opinión

¿Úrsula o Giorgia Meloni?

A tan solo 3 días de las elecciones italianas que hoy domingo, 25 de Septiembre tendrán lugar, la que se cree "Diosa del Olimpo Europeo", Úrsula Von der Leyen, ha proclamado a las cuatro vientos que "cuidado con lo que votan los italianos". Con una cara que se la pisa, desde su " fénix imperial" ha tenido la caradura y frescura de advertir a los italianos que "el gobierno que salga este domingo debe ajustarse a los principios democráticos de la UE o afrontar las consecuencia" y ponía como ejemplo a Polonia y a Hungría. Que sepamos, de principios democráticos y de valores, la UE es la que más carece de ello en Occidente. No se nos olvide que Italia es el máximo beneficiario de los fondos europeos para la recuperación post-pandemia, y debe recibir un total aproximado de 82.000 millones de euros. Mi pregunta es: ¿Estamos ante una amenaza de Úrsula? ¡Cuánto echamos de menos a Merkel Esta moza, Úrsula, se ha pasado bastantes pueblos creyéndose la Reina de los Mares y parece no tener vergüenza cuando mete sus pezuñas en lo que libremente debe votar el pueblo italiano: sea izquierda, derecha o medio pensionista.

Si las encuestas no fallan, tal cual, los italianos en su libre hacer, sin pedir permiso a Úrsula, elegirán hoy domingo un gobierno que deseen y, si lo hacen mirando a la derecha, como al centro o a la izquierda, pues bien también. Ya se están calentando estos días los motores mediáticos de descalificar por todo lo alto a Meloni, siguiendo así a la voz de su amo que les habrá calentado los bolsillos con buenos euros. El mundo de la libertad notamos que desde la UE lo tienen como asignatura pendiente. Meloni, por lo que vemos va hacia los inmigrantes ilegales como en Suecia y contra la nefasta ideología woke. Meloni aduce constantemente que la identidad de su partido es continuamente atacada y acusa de manera especial a la Unión Europea de ser cómplice de todo lo que está acaeciendo. Ella admira a Viktor Orbán, otros admiran a Maduro y sus secuaces como en España. Si echamos un vistazo a Francia, Marine Lepen, obtendría no hace mucho un 41% de los votos en su duelo con Emmanuel Macron . Guste más, guste menos, todos estos acontecimientos son señales de un poderoso desplazamiento en el equilibrio europeo hacia la derecha. El mundo europeo, su ciudadanía, están hartos de los fracasos de los partidos que acaparan los países y los votantes se inclinan una vez más por nuevos líderes. A Europa le faltan líderes de verdad, vengan de donde vengan, y sin estar atados a los lobbies globalistas que manejan las idas y venidas de los países y más con la Unión Europea. Tal cual están las cosas hoy día nos da la impresión, a vista de pájaro, que Meloni hará lo que deba hacer, lleve en sus planteamientos y la población los apruebe, tanto si lleva el aborto como el plan de LGTBI. El pueblo es el que decide y no los francotiradores que desean hacer de nosotros lo que les venga en gana.

Estamos ante bandos muy diferentes. Unos, muy comprometidos con los valores cristianos y los otros, desde la UE, con tirarlos a la basura de manera sibilina. La realidad es que Italia está limitada de muchas maneras gracias a los amigos lobistas de la UE y no en menor medida por los papeles que desempeñan los presidentes actuales, presidenta del tribunal constitucional donde ambos centristas son de impecable trayectoria. Meloni, hasta ahora, se ha comprometido en seguir el plan de reformas elaborado por sus predecesores y aprobado por la Comisión Europea para la recuperación de la pandemia. Para más, a diferencia de Salvini y Berlusconi o Lepen y Orbán, Meloni no es admiradora de Vladimir Putin. Sin embargo, se encuentra con grandes obstáculos: una economía improductiva, demografía, empleo y educación. Mario Dragui, dejó el país de aquella manera. ¿Estamos ante una Meloni adecuada para realizar un impulso a Italia?, ¿Economía? ¿Colaborará Meloni con la UE y el Banco Central Europeo?

Suponemos que Meloni seguirá dando la cara contra la Diosa Úrsula pero sin embargo, Meloni necesita como "el comer" el apoyo de Bruselas. Europa debe aceptar el saldo definitivo de votos italianos sin perder los papeles de la decisión democrática que hoy los italianos voten y puedan elegir a Meloni u a otros y, ello debe ayudar desde el posible triunfo de Meloni, si lo hubiese, a lo perjudicial que sería una ruptura con Bruselas, tanto para Italia como para la Unión Europea. Lo que sí está claro es que han sobrado las palabras de Úrsula hacia el pueblo italiano y desear manejar a sus gentes poniéndolas en un aprieto donde el día de hoy, día de la democracia, las personas son libres para elegir aquello que les vengan en gana. Algo demoledor que en el siglo XXI, aquellos que se llaman democráticos, los que desean iluminar los caminos de Europa, lo único que hacen es zancadillear por doquier a la libertad de los ciudadanos en hacer o deshacer aquello que su conciencia les dicte. Claramente, a Úrsula, "se le ha pasado el arroz" democrático y el significado que lleva tan gran concepto. Una vez más el pueblo decide, se equivoque o no, pero por el simple hecho de hacerlo, votar en libertad, conlleva festejar el día por delante.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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