Opinión

8 de marzo. Niños desamparados

Me acaba de llamar por teléfono un concejal algo aturdido ante la siguiente cuestión: "la próxima semana, en torno al 8, dos clases de la mañana correspondientes a dos asignaturas vendrán un grupo de personas desde el Ayuntamiento para hablar a los niños del centro educativo sobre el mundo del feminismo y la ideología de género. Más aún, al día siguiente saldrán con los niños a la calle para reivindicar, en horario escolar, tales ideologías". Le he aconsejado que hable con el presidente del Ampa que eso no debería hacerse, que en horario escolar los niños deben estar en el centro y atender a sus clases, son niños y no deben ser secuestrados para sacarlos a la calle ni romper clase alguna para meter en sus ingenuas mentes el sabor agridulce de una ideología, sea la que sea. Muchas familias están que trinan y si ponen los "reales" donde hace falta, esos niños no irán al cole tales días. Hoy por hoy, los niños aún siguen siendo sus hijos y no los hijos de la Alcaldía ni del Estado. ¡Empieza el baile de nuevo! Como vemos: una gran manera democrática de llenar las calles para tal fecha.

Por otro lado, estos días "me he tirado de la moto" y estoy viendo una serie llamada "Tribunal de Menores". En el fondo, la apuesta por esta serie ha sido la del estudio para ver qué está pasando con nuestros niños y adolescentes, con nuestras madres demasiado jóvenes. He contemplado de lleno que no andaba muy lejos de lo que me esperaba. En menos de un mes: madres que parecen crías, tiran en un "tape" a la basura a sus hijos recién nacidos, niños siendo violados, adolescentes sin prometedores futuros, pero también : otros siendo unos auténticos señores. De todo hay, pero los Tribunales de Menores, por lo visto, tienen trabajo para dar y vender.

Tras ver y contemplar lo que se cierne ante niños y jóvenes se puede llegar a la conclusión que : Padres sin tiempo, niños sin padres. Dichos niños y muchachos proceden de todas las capas de la sociedad. Niños tutelados por la Administración acogían a "jóvenes de familias" desestructuradas, con padres en prisión o toxicómanos. Ahora estos conviven con niños que se han criado rodeados de todos los caprichos y comodidades. Por otro lado,se pervive el tradicional recurso a los colegios de internado si tienen poderío económico. Sin embargo, psicólogos y otros expertos advierten de que matricular a una hija en uno de estos colegios es frecuentemente entendido por parte de la chavala como un deseo de los progenitores de alejarlo de su vida. A la mala formación de los padres habría que sumar la tendencia aislacionista de muchos adolescentes, favorecida por la extensión de un modelo de amistad o de vínculo en general como el que pueden ofrecer las redes sociales. Un joven que tiene 800 amigos en twitter no cree necesitar a su familia, y probablemente esté renunciando incluso a sus amigos si los tuviese.

Se está pidiendo responsabilidad a las familias, malos tratos, soledad o vivir con abuelos si los tuviese, delincuencias juveniles, violencias físicas y verbales entre los adolescentes, problemas actuales de salud mental…¿cómo es posible que las generaciones más jóvenes, educadas en los valores de la tolerancia, la igualdad de género y el diálogo, se comporten en muchos casos como auténticos depredadores?

Ponganse en el cuerpo de una profesora que recibe a dos policías judiciales en su centro educativo para decirle que una alumna suya con 9 años ha sido secuestrada por la madre. Al final del todo resulta que los agentes encuentran a la tal niña con su madre en una casa de prostitución.

Cada día que pasa el impacto de la calle es más fuerte y, muchas veces, negativo para todos. Si a ello le sumamos que los padres trabajan de sol a sol a ver si saltan del mileurismo, los hijos de familias vulnerables hacen lo que pueden, otros, los hijos de familias "caché" se lo montan de maneras más sofisticadas. Roturas de matrimonios y todo tipo de desventuras estamos ante el guiso perfecto y, al final, se queda sin agua y por algún lado explotará.

La cuestión que les planteo es si seguimos llenando y amortizando a granel las cajas de asociaciones del mundo feminista y otras ideologías, o por el contrario, mirando al presente -futuro de nuestro país, invertimos en las familias, en su formación y ayuda. Tengan por seguro que si tal inversión se produjese desde los centros educativos, desde los centros sociales de nuestros barrios y tantos ramales que poseemos, otro gallo nos cantaría y veríamos florecer tantos hechos palpables que Cáritas nos presenta anualmente. A familias fortalecidas: niños y jóvenes soleados.

Se han metido por registro de algunas Consejerías de Familias de nuestro país auténticas Leyes de Familia que serían el germen estrella del sustrato de nuestros municipios o aldeas, pero como políticamente no es correcto, lo siento por decirlo, el buen trozo de pastel pasa al mundo ideológico, al mundo donde no sale fortalecido España. Seguiremos buscando psicólogos y otros para que ayuden a los jóvenes pero la raíz, la auténtica argamasa se encuentra en la familia y, es por ello que, nos gusta exaltar a la mujer el día 8, el 10, el 15 0 el 31, todos los días, pero no al mundo radical del feminismo y a las que se suben al carro para aparentar ser más progres y estar con los tiempos. Niños y jóvenes desamparados y familias vulnerables o demasiado despegadas de sus hijos es el caldo de cultivo seguro para jóvenes no prometedores que darán que hablar en lugares no deseados. Mientras, sin invertir y promocionarlos, incrementamos de más, tanto como se pueda, a lo que la nefasta ideología ponga como hoja de ruta e "tuti plen".

MARIANO GALIÁN TUDELA.

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