Opinión

Treinta mil caricaturas de Manolo Tovar

José Luis Guijarro Alonso cita en su tesis doctoral sobre las caricaturas o el humor gráfico en Madrid, 1898-196 que Tovar declaró en una entrevista que había realizado 30.000 viñetas. 

Manuel Tovar Siles, Granada, 1875, Madrid, 1935, firmó con su apellido Tovar, pero también con el seudónimo de Siles o Don Hermógenes. Es considerado uno de los grandes viñetistas-caricatos-humoristas gráficos del primer tercio del siglo veinte en nuestra sociedad-terruño-península… sin olvidar otros nombres esenciales como Bagaria, Sileno, Tovar, Tito, Xaudaró, K-Hito, Serafín, Fresno, Castelao, Penagos, Sirio, etc. 

No se entiende-comprende, diríamos la reducción del humor gráfico en la prensa actual, tanto digital o en papel. Si admitimos que en nuestra península pueden existir unos mil diarios, de distinta categoría, audiencia, zona de influencia –desde locales, comarcales, provinciales-regionales-, pero con el sistema Internet, que el papel no está limitado, la extensión en metros de cada día de lo publicado, no se entiende bien, como la mitad al menos de esos medios, no disponen, de una sección de humor gráfico. 

El humor gráfico se ha entendido siempre, con conexiones muy profundas y esenciales, con el periodismo de opinión. En este caso, bebiendo de tres grandes fuentes, la actualidad o realidad, como el resto de difusiones del periodismo, con la literatura como género aforístico o del microdiálogo, o con el arte plástico en cuanto a la línea-mancha-dibujo. 

Con el humor gráfico, se puede representar, al menos, en algunas viñetas, realidades profundas-esenciales de la sociedad, del ser humano, de personas concretas, de situaciones sociopolíticas, de crítica y de análisis. Y, si admitimos que el humor gráfico, relacionado con la imprenta, en hojas sueltas, en sueltos, en pequeños periódicos de varias páginas, en publicaciones solo de humor, etc. Si admitimos que ya tiene una vida, al menos de tres siglos, que nos han ido contando-relatando aspectos de la realidad humana, pasando por diversidad de historias, según países y épocas, revoluciones, contrarrevoluciones, guerras, y, todos los aspectos de la sociedad. 

Tovar, uno de los grandes en este género artístico y literario y de opinión y de análisis de actualidad, debemos admitir, que salvo las personas del ramo, en mayor o menor medida, ha sido olvidado. Una persona-autor-artista-pensador de la línea y de la frase, que pudo realizar unas treinta mil viñetas, que de alguna manera, pudo influir de muchos modos en esa etapa de nuestra sociedad, que por decirlo de algún modo resultó convulsa, con diversidad de etapas, la restauración de final de siglo diecinueve, el 98, las guerras de África, la República, y, ya, quién sabe si olfateó el problema posterior de la guerra civil incivil. 

Supongo que un día, de forma normal y rutinaria, cuándo se analicen-estudien aspectos de la historia, además de análisis sociales y políticos y económicos y culturales y religiosos, se tendrán en cuenta, se incluirán viñetas de autores de esa época. Yo, pienso, que para el estudio de ese primer tercio de siglo veinte, es esencial e importante, como un complemento para completar la realidad, tener en cuenta los humoristas gráficos, entonces llamados caricatos que realizaban caricaturas, entre otros, sin lugar a dudas todos los anteriores que hemos mencionado, entre otros, también a Tovar. 

Si alguien lee algunos de las columnas, que estoy intentado redactar-construir-pergeñar sobre el humor gráfico en esta Península, de estos últimos cien años, ya, al menos, sembrados una treintena de autores, y otos temas relacionados con el humor, como museos del humor, etc. Estoy, modestamente, intentando, conjuntar, algo sobre una entidad, sea un museo o sea un autor, algo sobre el humor y humor gráfico en general, teorías y conceptos, algo, sobre proyecciones o realidades que se podrían mejorar-perfeccionar-desarrollar-matizar esta realidad cultural o sociocultural. 

He indicado algunas veces, y vuelvo a nombrarlo, que el periodismo de hoy, en las secciones correspondientes, podrían recuperar viñetas de décadas anteriores, de estos autores de antes de 1975, porque nos pueden esencializar realidades que se repiten, nos podrían dar puntos a tener en cuenta, que podrían completar a los viñetistas de hoy. Siempre con la legalidad de la autoría vigente. 

No se puede estar de acuerdo totalmente con otra persona, a veces, ni con uno mismo, por consecuencia, no todo el humor creado por un autor, sea Tovar o sea otro, puede ser de nuestra sensibilidad perceptiva o moral o psicológica o social o política o económica. Pero debemos dar al otro, la posibilidad de ser una persona con buena intención, también a los viñetistas, que intentan con sus opiniones acertadas o desacertadas intentar entender-comprender un poco mejor el mundo. Por eso mismo, merecen nuestro respeto, porque al final, son intelectuales de la línea y de las microfrases. Aquí dejo mi homenaje a Tovar, y ahora, con el barco de Internet, usted, puede fácilmente, visitar algunas de su viñetas. Quizás, amplíe sus puntos de vista-oído-tacto-sabor-gusto de y sobre la realidad. Paz y bien. 

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Por María Beatriz Muñoz Ruiz