Opinión

"Mientras no haya medicación o una vacuna, debemos aprender a vivir con el coronavirus"

Alemania ha logrado un "frágil éxito provisional" en la lucha contra la pandemia, dijo el miércoles Ángela Merkel, la canciller federal, tras el anuncio de una primera flexibilización de las medidas contra el coronavirus. Merkel dejó claro que incluso cambios aparentemente pequeños en el número básico de reproducción del virus pueden tener consecuencias considerables. 

El número básico de reproducción del virus indica el promedio de infecciones secundarias producidas a partir de una persona enferma. todo permanece cerrado en Alemania: bares, restaurantes, establecimientos comerciales y de ocio… Tan solo se permite servir comida a domicilio y acudir al trabajo y a comprar a los supermercados, donde se limita la entrada a un número determinado de personas y los carros se desinfectan con cada cliente que entra en la tienda. 

En mi caso, acudo todos los días a mi puesto de trabajo, donde se extreman las precauciones (uso de guantes y desinfectantes) y donde se puede hacer uso del comedor, pero cada uno en una mesa, bien desinfectada y con la obligación de volver a desinfectarla una vez abandonada la misma y distancias de 2 metros entre compañeros desinfectantes para las manos , el gremio de recogida de basura es alto riesgo.

"La mitad de los 900 bancos de alimentos en Alemania ya han dejado de funcionar"

Otras organizaciones sin fines de lucro como "tafel " también tuvieron que cerrar sus puertas. La organización de bienestar juvenil cuida a niños, ofrece ayuda con el aprendizaje y comidas gratuitas en varias ciudades alemanas.

Los alarmantes datos que iban dejando la pandemia en China y en países de Europa, como Italia y, posteriormente, en España, llevó a las autoridades alemanas a recomendar a la población medidas de prevención para frenar el contagio, como mantenerse alejado del contacto físico. que tal vez el carácter de los ciudadanos del norte de Europa, su distanciamiento en el trato y menos afectivo que en España o Italia, contribuyan a que el país, con más de 83 millones de habitantes, el doble que España, presente cifras más positivas a la hora de contabilizar casos de infectados.

En la calle, la gente se esquiva. Hay que mantener dos metros de distancia mínimo y obligatorio. Pero puede que tampoco suponga un cambio tan radical en un país acostumbrado a mantener cierta distancia física. Aquí la gente no se da dos besos cuando se ve, ni palmotadas en la espalda. No se amontona en las barras de los bares, ni sale en grandes grupos de marcha. El roce es en general menor y ahora resulta extraño pensar que la falta de estrechez física de serie vaya a tener su recompensa.

A la hora de salir a la calle. cuatro semanas de hibernación social y económica que han logrado ralentizar la pandemia, pero no doblegarla.

Jose Mateos Mariscal. Un español en Alemania

Noticias de Opinión

Por María Beatriz Muñoz Ruiz