Opinión

Columnas de libertad

Por Juan José Ruiz Moñino

En estos días de zozobra cobra una dimensión de primera mano la figura del articulista, del columnista solvente que crea y canaliza opinión. Me refiero a esa raza de narradores de lo cotidiano asistidos, como decía Quevedo, de la factura de los sucesos. 

En estas aciagas jornadas donde surgen esos héroes anónimos, seres de excepción forjados en la lucha por el bien común, en la tarea de hacer que salga adelante y con éxito la ciudadanía de este país, el oficio de opinador debe destilar más que nunca vocación. Pensar, relatar, narrar la noticia para, como decía el sabio, hacerla historia. La observación directa al servicio de ofrendar a la sociedad testimonio a modo de caleidoscopio del pulso de una comunidad humana que brega, resiste y empuja por un mañana libre de letales asechanzas.

El cronista de prensa, hoy con más razón que otros días, con su prosa rebozada de ingenio, estilo, talento y propósito de sentencia, transfigura la fugacidad de un artículo en una corriente o marea de opinión, en aldabonazo de conciencias en un rol de agente social. Es la prensa en columna que no abdica de su motivación de bien llamado "cuarto poder": el de motor de ideas y ágora de debate, el de valiente y palpitante plataforma de criterios y enfoques con la enjundia suficiente para diagnosticar el estado de salud democrática de un país y con ello su porvenir.

Columnas de opinión para crear escuela, pedagogía social y política, tribunas de ciencia aplicada como espuela de perfeccionamiento. Palancas sugestivas de alcance masivo y multiplicador cual onda expansiva en el universal internet. Pensamiento, reflexión, juicio objetivo fundamentado en el análisis acertado. Trascendente y crucial en el tejido de la ciudadanía la misión -más que función en estas coyunturas trepidantes-- del articulista de opinión honesto para, en palabras de un maestro en tantos menesteres como Larra, no sólo enterarse de lo que pasa sino el porqué de un hecho.

La información y su análisis desde puntos de vista diversos, matizados y sin más límites que los de la propia responsabilidad, como primeros hitos de libertad. Así debe el lector percibir lo que le aporta el columnista, lo efectivo y provechoso para alcanzar una sociedad más sensibilizada en su carácter, la de ser un todo de propósitos individuales y colectivos en aras a un horizonte de convivencia en bienestar. 

Juan José Ruiz Moñino

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""Comience por volver la paz a nuestro hogar, lo que conlleva considerarse y quererse, para ser los inventores de la reconciliación de uno consigo mismo""