Ahora que tan de moda está el Coronavirus y que a día de hoy resulta aún bastante desconocido, he hecho un repaso general y he llegado a la conclusión de que hay un virus que infecta y corrompe de un modo fulminante, casi mortal porque no existe vacuna para frenar sus efectos, se trata del "chismorreo", el llevar y traer chismes sin parar de un sitio a otro. Sus efectos son bastantes nocivos y a las personas transmisoras, hay que tenerlas los más alejadas posible debido a la toxicidad de las mismas.

Pero, quién no se ha visto envuelto en algún momento de su vida rodeado de personas nocivas que llenan sus vacías vidas de chismes, verdad. Pues he de decir que donde proliferan a la velocidad de la luz es en la Administración. Pero ¿por qué ocurre esto? Pues sencillamente porque hay mucha falta de control y mucho tiempo libre. Por supuesto, hay personas dentro de la misma que son muy eficientes y trabajadoras, pero si eres un vago o una vaga, sin duda este es tu sitio.

En lugares públicos de toda la Región, como pueden ser un centro de educación primaria o un instituto, los corrillos son parte del mobiliario y los cuchicheos son el día a día de la jornada laboral.¡Estarás perdido y herido de muerte si caes en las garras de éstos a los que ya no se les puede salvar!

Ser funcionario en un lugar como los que ya he nombrado es un chollo, porque aunque pases cerca de ocho horas en el lugar de trabajo, no trabajas ni tres. Se esconden y camuflan entre otros que sí trabajan para pasar desapercibidos para que no ser cazados y tienen suerte porque ahí están después de 10 años o incluso más sin que nadie les de una patada en el culo y los ponga de patitas en la calle.

Es una ganga garantizada, por ello tomar todas las medidas profilácticas son la mejor solución, debido a la rapidez con que prolifera este virus casi mortal.

A todos estos que se dedican a contagiar a todo el que pilla, deberían ser castigados con cinco años de trabajo continuados en la empresa privada, donde al jefe lo tienes observando todos tus movimientos y prácticamente tienes que justificar las veces que vas al baño.

José Antonio Carbonell