El acuerdo al que ha llegado la UE con Mercosur, a falta de votación en el Parlamento Europeo, acabara casi por completo con el sector primario en Europa.
Mercosur nació como consecuencia del Tratado de Asunción celebrado el 26 de marzo de 1991. Este acuerdo internacional, suscrito por los mandatarios de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, permitirá eliminar numerosas barreras arancelarias y no arancelarias.
MERCOSUR liberalizará el 91% de sus importaciones (91% de líneas arancelarias), y la UE liberalizará el 92% de sus importaciones (95% de líneas arancelarias).
Actualmente los productos alimentarios y agrícolas representan la mayor parte de las importaciones de la UE procedentes de Mercosur, con un valor total de importación de 23.000 millones de euros en el 2023 (supone el 42% de las importaciones totales).
La aprobación de dicho acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur, después de 25 años de negociaciones, ha provocado una enorme indignación en el sector agrícola y ganadero de toda Europa.
Según el acuerdo, la UE aumentaría las importaciones de carne de vacuno, aves de corral, azúcar, miel y otros productos agrícolas procedentes de Sudamérica.
La UE ya importa carne de vacuno, y piensos de Mercosur, y aumentará significativamente con dicho acuerdo. De carne vacuno unas 99.000 toneladas más, 180.000 toneladas de aves de corral ,190.000 toneladas de azúcar, 1 millón de toneladas de maíz cada año… Si esto llegara a pasar, el destructivo modelo de agricultura y ganadería industriales se verá reforzado en ambos lados del Atlántico.
En diciembre del 2021, se aprobó formalmente un acuerdo sobre la Sexta gran reforma de la PAC. Su objetivo era garantizar un futuro sostenible para los agricultores europeos, ofrecer ayudas más específicas a las explotaciones más pequeñas y permitir una mayor flexibilidad de los Estados miembros de la UE, para adaptar las medidas a las condiciones locales. A cambio de alimentos más seguros y saludables, desarrollando el PACTO VERDE EUROPEO.
Todo esto a la basura, no ha valido para nada. Solamente ha servido para poner más trabas a los agricultores y ganaderos.
La normativa del bloque sudamericano difiere de la UE en ámbitos fundamentales como los plaguicidas, los antibióticos, y diferentes controles sanitarios. Muchos plaguicidas prohibidos en la UE siguen utilizándose ampliamente en la agricultura. Brasil no puede garantizar que sus exportaciones de carne estén libres de hormonas nocivas que la UE prohíbe.
Informes del Ministerio de Economía sobre Mercosur advierten de que perjudicara al sector primario español. Sin embargo, por otro lado, el ministro de agricultura el Sr. Planas ha definido este acuerdo como muy bueno para el sector primario español. Parece ser, que el único beneficio para la agricultura española seria las exportaciones de aceite de oliva. Lo demás no cuenta.
Ya no se acuerdan de las promesas que ofrecieron a los agricultores y ganaderos después de las tractoradas del mes de febrero. El ministerio de Agricultura se comprometió a poner en marcha una serie de medidas, que se han demostrado claramente insuficientes.
No se han resuelto los bajos precios de venta de los agricultores, y los altos costes de producción. Tampoco se ha cambiado nada en la reforma del funcionamiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria. La nula inversión en reformas hidráulicas para gestionar todos los recursos hídricos. La falta de una la buena planificación de trasvases a las cuencas deficitarias. La competencia desleal de Marruecos, Egipto, Turquía y Sudáfrica, con productos muchos más baratos que, además, no cumplen con las medidas de seguridad e higiene que marca la UE; sin olvidar, la falta de motivación para un relevo generacional cada vez más difícil. Todo hace que nuestra agricultura y ganadería esté agonizando.
Todo esto se puede resolver, si los políticos de turno tuvieran voluntad de solucionarlo y, dejasen de hacer promesas inútiles que no aportan ningún resultado.
Hoy el presidente del PP en unas declaraciones a los medios de comunicación decía unirse a las reclamaciones de los agricultores y ganaderos en Madrid. Pues tiene una oportunidad de oro para hacerlo en las votaciones para la aprobación del famoso acuerdo de Mercosur, que se celebraran en breve en Bruselas. Convencer a los miembros del Partido Popular Europeo para que voten en contra de dicho acuerdo. Ahí es donde se ve la coherencia de un político.
Sinceramente creo que los políticos europeos ya han tomado una decisión. Prefieren sacrificar al sector primario y exportar sus automóviles, productos químicos y farmacéuticos a estos países en desarrollo.
José García Martinez