La tradición celta de Halloween ha ido evolucionando con el tiempo. Aunque se sigue asociando con la veneración al mundo de los difuntos, las leyendas han salpicado a muchos lugares que por unas u otras razones se han convertido en sitios ‘malditos’, a los que nadie supersticioso visitaría. El portal de viajes Holidayguru ha recopilado los más interesantes para celebrar, aquellos que se atrevan, la llegada de Halloween.
Bochnia, (Polonia)
Uno de los lugares subterráneos más bellos y misteriosos de Europa. Aunque las más conocidas sean las minas de sal de Wieliczka, a 20km de esta ciudad polaca se encuentran las de Bochnia; más estrechas, profundas y misteriosas. Con 500 años de antigüedad, los visitantes que se atrevan podrán bajar a sus profundidades ataviados con un traje de minero, medidor de oxigeno incluido ¡No apto para claustrofóbicos!
Palacio de Linares (Madrid)
Una historia de amor entre hermanos, una niña resultado del matrimonio que desapareció en ‘extrañas circunstancias’, la leyenda de que su fantasma ronda en el Palacio de Linares (Casa de América) … La historia de Raimundita, supuesta hija de los Marqueses de Linares, nunca se ha resuelto. No ayudan tampoco las supuestas escuchas de los pasos de la niña por el Palacio, lo que hace que muchos prefieran no visitarlo. Aquellas personas que se atrevan podrán disfrutar de visitas teatralizadas donde se cuenta la leyenda.
Beelitz-Heilstätte (Berlín)
Podría ser el perfecto escenario para una historia de terror. A las afueras de Berlín, este lugar que ocupa 140 hectáreas sirvió -antes de ser abandonado- de sanatorio para pacientes con tuberculosis. La entrada está prohibida, pero son muchos los amantes de las leyendas que desobedecen las indicaciones para pasear por unas instalaciones que aun conservan utensilios y mobiliario de la época.
Isla Muñecas (México)
Un lugar recóndito en el que se escuchan ruidos indescifrables. Sólo de pensarlo dan escalofríos. En este lugar al sur de Ciudad de México, la leyenda dice que una niña se ahogó en extrañas circunstancias. El administrador de la isla trató sin éxito de salvarla, y poco después encontró a una muñeca de trapo colgando de un árbol. Durante años, los fans de esta historia han ido llevando más muñecas al lugar para honrar a la niña. En la actualidad se puede visitar. Eso sí, bajo tu responsabilidad.
Centralia (EE.UU)
Mucho desearían estar en cualquier otro lugar menos en este pequeño pueblo abandonado de Pensilvania, sobre todo cuando cae la noche. En 1962, un incendio llegó a las minas de carbón situadas bajo la ciudad, lo que obligó a los habitantes a huir. Y es que el suelo, literalmente, ardía. Humo y gas tóxico emana por las calles agrietadas de la ciudad, en constante peligro de colapso. Aunque prohibido en varias zonas, hoy en día muchos cazadores de mitos se acercan a este lugar que comparan con Chernóbil y en el que por la noche sólo deja escuchar el fuego devorando el subsuelo.
Belchite (Zaragoza)
El lugar por antonomasia en España para los amantes de historias escalofriantes. A consecuencia de la Guerra Civil, este pueblo zaragozano quedó devastado, obligando a los habitantes que sobrevivieron a escapar y fundar un ‘Nuevo Belchite’, a varios kilómetros.. Para recordar y no repetir los errores del pasado, se decidió mantener las ruinas del antiguo pueblo, en el que ahora se dicen ver sombras y escuchar disparos. Aquellos que quieran comprobar si es así deberán apuntarse a una de las visitas guiadas nocturnas que organiza la oficina de turismo.