Este verano, se prevé un abandono del turismo de aglomeraciones para volver a lo tradicional: espacios rurales rodeados de naturaleza. Uno de los lugares más auténticos es el interior de Alt EmpordÃ
Alt Empordà se considera una de las zonas más auténticas del norte de Cataluña, así como su secreto mejor guardado. Este entorno combina los privilegios de lo rural con servicios de primera: aúna una rica y variada gastronomía, los mejores vinos, una atractiva oferta cultural y está situada cerca de las mejores playas del litoral catalán.
Aunque el exterior de Alt Empordà es más conocido por los turistas, el interior también enamora y este es el mejor año para descubrirlo: ruinas griegas, castillos medievales, pueblos con encanto, el surrealismo de Dalí, naturaleza autóctona y sus campos de viñedos hacen de esta ubicación la zona perfecta para hacer una escapada sin masificaciones. Además, su fuerte personalidad y su belleza paisajística trascienden en que esta sea una zona comparada con las praderas de la Toscana Italiana.
Algunos de los atractivos de Alt Empordà que no se pueden dejar pasar por alto son:
El Monasterio de Sant Pere de Rodes, situado en un lugar estratégico en medio de la montaña, domina toda la península del Cap de Creus y permite contemplar unas vistas únicas.
El pueblo marinero El Port de la Selva con sus casas blancas cubiertas de tejas rojas y su iglesia de Santa María de les Neus.
Figueres, con su Teatro-Museo Dalí y otros puntos de interés como el Castillo de Sant Ferran o el Museo del Juguete.
Castelló de Empúries: una localidad que aún conserva su patrimonio cultural como la Catedral de Santa María, la antigua Llotja de Mar, el Museo de Historia Medieval de la Cúria-Presó o el Ecomuseo de la Farinera.
La zona volcánica de La Garrotxa: con volcanes y hayedos como La fageda de´n Jordà, y sus pueblos más conocidos como Olot, Besalú (pueblo medieval), Castellfollit de la Roca.
Además, cuenta con el Hotel Can Clotas para alojarte, con la garantía de calidad de Ruralka Hoteles. Esta masía catalana situada en Cistella ha sido convertida en un Hotel Boutique donde disfrutar de esta zona de suma belleza natural casi en exclusiva. Dispone de 60 hectáreas dentro de la finca y, la casa, con cierto corte vanguardista, se fusiona para que parezca que la naturaleza entra contigo en la habitación. Su apertura se hará por fin el próximo 15 de junio y ya cuentan con todas las medidas sanitarias para acoger a los huéspedes de forma segura: mascarillas, espacios de desayuno amplios, geles desinfectantes, incremento de la limpieza, desinfección total entre clientes, eliminación de la decoración prescindible, etc. Y, por supuesto, cualquier cambio o anulación que se quiera realizar en una reserva relacionado con el estado de alarma o el COVID-19 es gratuito.