Opinión

Cuestión de tiempo o de interés

La supuesta dimisión de Pedro Sánchez se encuentre en el aire, el tiempo lo dirá, como gran estratega en política, Sánchez ha mostrado siempre jugar bien con los tiempos, teniendo el don de mantener en vilo a toda una nación, es un gran actor de la farándula política, este hipotético temor de Sánchez podría venir de la información que tiene en su poder Israel, con aquellos famosos audios del caso Pegasus.

Recordemos estas elecciones generales donde las expectativas de que Pedro Sánchez saliera vencedor no eran tan altas, sobre todo con el cara a cara que le esperaba con su contrincante Núñez Feijóo, en el que este lograba una posible victoria abrumadora, pero que más tarde vimos que no le servía de nada, ya que Sánchez tenía los deberes bien hechos, ya que se convertiría en el actual Presidente y aunque la izquierda no daba como ganador a Sánchez y dio pábulo a esta visión de Feijóo, en esos mismos momentos el PSOE tomó las riendas de la campaña.

Es obvio que la libertad de expresión es uno de los pilares básicos de los sistemas constitucionales occidentales, por lo cual he llegado a la conclusión de que la jugada de Sánchez va a ir encaminada a fiscalizar muchísimo más las políticas de información que tanto molesta a los políticos, sobre todo lo sucedido con su esposa, donde se le está investigando por un supuesto delito de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

Quisiera pensar que los medios de comunicación de nuestro país, gozan de buena salud democrática y gracias a ellos los ciudadanos hemos podido conocer infinidad de noticias, entre ellas, numerosos casos de corrupción, que quizás de otro modo no hubiesen salido a la luz. Por ello las subvenciones institucionales a estos medios deberían de acabar, ya que estos mismos tienen el hipotético deber de ser los garantes de la libertad y del pluralismo democrático en este nuestro país.

Esa mordaza de limitar la libertad de expresión de algunos medios de comunicación que cumplen con su deber, no pondría en jaque a esos que utilizan la política para adinerarse de forma ilícita, logrando que aquellos se sientan indefensos y estallen contra esa falta de libertad de expresión que tanto necesitamos en estos tiempos tan convulsos, con una sociedad colapsada y asqueada por la falta de escrúpulos de quienes gobiernan.

No debemos olvidar ese derecho constitucional a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión; en el caso de que este hecho no se produjera, se tendría que regir por la autorregulación de la profesión, a través de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología, y por la legislación vigente.

Por ello vaticino que esa dimisión no se llevará a cabo por Sánchez, debido a que detrás de todo este circo existe un único interés, que no es otro que el de regular la libertad de expresión y el derecho de la información, viviendo en una democracia totalitaria, donde cualquier político o familiar hará lo que le venga en gana sin que nadie lo sepa.

José Antonio Carbonell Buzzian

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