Opinión

Navas de Tolosa en Semana Santa

Si la historia de la reconquista española, tema que no estudiarán nuestros alumnos españoles y por ello, absolutamente cierto, no tendrán base suficiente para no entender la historia de España, pudiese reducirse a un ramillete de fechas y acontecimientos encomiables, no dudamos que el 16 de julio de 1212, día de la victoria cristiana comandadas por el rey de Castilla Alfonso VIII ante los almohades, sería una de ellas. La caída del Califato de Córdoba (1031) y la debilidad de los reinos de taifas, en los que quedó fragmentado Al-Andalus, trajeron consigo un crecimiento de los reinos cristianos del norte, al compás de los impulsos de un desarrollo a nivel continental.

Superada en los umbrales del siglo XXI la veta ciceroniana de la Historia como "magistra vitae", conceptos como musulmanes y cristianos, califas y reyes, bula de cruzada y yihad, por poner un ejemplo, se convierten en algo más que en simple realidad de corte erudito. La materia histórica abre así la oportunidad de aprender, dentro de un amplio contexto, la evolución de los procesos históricos occidentales, pero también comprender críticamente el pasado y el mundo actual. Se da, con ello, un paso más allá de la mera identificación, estudio y asimilación de un episodio más de la Reconquista, con sus lógicas glosas legendarias. La Historia, así, se articula, entre otras cosas, en un conocimiento formativo, permitiendo la potenciación del razonamiento lógico y de los saberes humanísticos. Y, en suma, nos hace copartícipes del ser histórico, como una mirada introspectiva más que ajena ante aquel enfrentamiento pasado entre el Islam y la Cristiandad occidental. Estamos así ante la batalla que cambió el rumbo de la historia en España. Pero no todo terminó ahí.

Hoy, en pleno siglo XXI, habiendo pasado más de 800 años de ese épico enfrentamiento que se saldó con un contundente triunfo cruzado, más de 8 siglos en los que el tiempo vivido y el expolio continuado en esos parajes que hoy conforman el Parque Natural de Despeñaperros hacía temer que apenas quedarían evidencias de aquel combate armado que abrió el camino del ejército cristiano hacia el sur. Y sin embargo, miren por dónde, un equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Jaén, la Complutense y la Autónoma de Madrid, el Patrimonio Nacional ha recuperado, como lo oyen, 2600 piezas de la contienda que se han salvado del expolio. Clavos de herraduras, fortificaciones donde acamparon tropas cristianas, monedas, etc, toda una diversidad mayor que en Alarcos(portal de cultura en Castilla la Mancha) o en Calatrava (única ciudad importante de Al-Andalus en el valle medio del Rio Guadiana).

Hoy somos y lo palpamos con sus restos encontrados en libros y arqueología lo que fuimos ayer y, por tanto, es Historia de España aunque desde el Gobierno se quiera borrar de los anales de la Historia. Ante la Historia imperial de nuestra querida patria, sin duda, va ligada al ardor del pueblo cristiano de aquellos momentos. La fe de un pueblo, su fortaleza en ganar la batalla contra sí mismos y contra otros, búsqueda de la verdad, esperanza y no cobardías, y tantas más, también han sido restos que hemos de considerar. De hecho, estamos ante la Semana Santa 2023 que tanto anhelábamos empezando por el Viernes de Dolores y, donde el Domingo de Ramos, de hecho, es el pórtico de entrada. Estamos ante el gran día de las palmas. Tal día serán muchas las familias españolas que por tradición y por fe saldrán por nuestras calles a portarlas como en su momento en Jerusalén. Las palmas, en sí, poseen un significado bíblico muy ambicioso: la victoria de los mártires o la victoria del espíritu sobre la carne). ¿No somos nosotros mártires de las leyes que se nos están imponiendo desde inicios de la pandemia?

De la Semana Santa podemos sacar mucho y bueno para nosotros mismos y hacia los demás. Las Navas de Tolosa ha sido un claro ejemplo de rebeldía ante nuevas formas de ver la vida y los cristianos de hoy ¿para cuándo inician su rebeldía? Ahora mismo todos pensamos en lo mismo. Poner sobre las palmas y las hojas de olivo todos los anhelos humanos y divinos que llevemos y sacar la fortaleza que nos falta será más que suficiente para saltar como cuando alguien nos toca en el punto acertado del cuerpo donde tanto nos duele. ¿Y ello? A medio tiro de piedra, tras las fiestas, en pleno mes de las flores, Mayo, nos vienen las Municipales y Regionales. Es el momento de la ciudadanía y, más aún, el momento del mundo cristiano donde vemos y llevamos a cuestas leyes antinaturales puestas por un gobierno ruin y por una oposición que calla en muchos temas y, cuando calla el silencio otorga.

Tenemos mucho qué reflexionar para con nosotros mismos, hacia nuestro país, hacia nuestros hijos y hacia el mundo cristiano. Es nuestro momento y deber. Grata y sofisticada labor tenemos para la semana entrante y, por supuesto, no olvidarnos de las Navas de Tolosa por muy lejano que nos parezca.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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