Opinión

Un envejecimiento activo y saludable

Gracias a los avances en medicina, las personas podemos aspirar a una esperanza de vida más alta, esto hace que el envejecimiento activo se encuentre más extendido en nuestra sociedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que los países podrán afrontar el envejecimiento de la población si los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil, promueven políticas y programas de envejecimiento.

El proceso de la esperanza de vida es aumentar la calidad de la misma, mejorando la autonomía de las personas mayores manteniendo hábitos saludables consiguiendo que vivan con la máxima dignidad posible incluyendo a las personas discapacitadas que necesitan asistencia.

Las políticas de envejecimiento activo en nuestra ciudad no solo tienen que ser actividades, se tendría que apoyar y optar por el desarrollo de la construcción de otro centro de día público más, ya que actualmente la ciudad tiene solo dos, uno público y otro privado, con el problema que esto conlleva, ya que en el primero con la burocratización, optar a una plaza se convierte en una utopía, en el segundo caso es fácil optar a una plaza, pero no todos nuestros mayores pueden permitirse el lujo de pagar la cuota que les piden mensualmente.

La construcción de un nuevo centro sería el instrumento necesario para poder estimular la integración y participación de nuestros mayores y personas discapacitadas y de este modo, poder disfrutar de la posibilidad de que puedan participar conjuntamente en actividades sociales, ya que a día de hoy es imposible.

Otro de los escollos insalvables tanto para los mayores como para las personas con discapacidad, son los obstáculos a los servicios sanitarios, por ello se tendrían que seguir manteniendo las consultas telefónicas y en línea, que fueron sumamente útiles durante la pandemia del covid-19, así que la administración debe tomar medidas para seguir mejorando la infraestructura digital, proporcionando a las personas anteriormente nombradas herramientas digitales, mejorando la alfabetización digital.

Otro de los grandes retos es el relacionado con la vivienda, ya que es una amenaza para el envejecimiento activo, es decir, que cerca de un tercio de personas en nuestra urbe vive sola, dando lugar a una demanda de servicios de asistencia a domicilio donde la administración local no está a la altura, por ello las líneas telefónicas de apoyo a estas personas son muy importantes, así como poder optar a alquileres de viviendas dignas con precios asumibles, equiparables a la pensión que perciben. Las viviendas no se ajustan a las necesidades de la persona, son alquileres con precios desorbitados a los que cualquiera no puede optar.

José Antonio Carbonell Buzzian

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Por María Beatriz Muñoz Ruiz