Internacional

Aniversario de la guerra en Gaza

Más de 17.000 niños y niñas han perdido el cuidado parental en Gaza en el último año

Aldeas Infantiles SOS alerta de que al menos 14.000 niños y niñas han sido asesinados en Gaza desde el pasado 7 de octubre, más que en cualquier otro conflicto del mundo en los últimos cuatro años.

La organización de atención directa a la infancia, que continúa trabajando en la Franja, ha contribuido a cubrir las necesidades básicas de más de 4.500 niños y niñas y de sus familias, y ha proporcionado apoyo psicológico a 1.400 en un año de guerra.

La mayor parte de los niños y niñas que vivían en la Aldea Infantil SOS de Rafah fueron evacuados en marzo a la Aldea de Belén, en Cisjordania, mientras que los 41 restantes ya han sido desplazados en dos ocasiones y se encuentran en un campamento en Khan Younis.

Cuando está a punto de cumplirse un año del comienzo de la guerra en Gaza, Aldeas Infantiles SOS alerta sobre el alto precio que los niños, niñas y adolescentes están pagando. Los que conservan la vida arrastran graves traumas psicológicos, han perdido sus hogares y a seres queridos, no tienen cubiertas sus necesidades básicas y han visto interrumpida su educación, lo que condicionará su desarrollo y su futuro. A pesar de las circunstancias extremas, Aldeas continúa presente en la Franja, protegiendo a la infancia y la adolescencia sin cuidado parental o en riesgo de perderlo y apoyando a las familias.

En solo un año de guerra en Gaza, al menos 14.000 niños, niñas y adolescentes gazatíes han sido asesinados, en torno a 35.000 heridos y un millón están desplazados. Asimismo, más de 17.000 han perdido a sus padres o cuidadores habituales. Aldeas Infantiles SOS asegura que la pérdida y el trauma están impactando seriamente en la salud mental de todos ellos y tendrán efectos a largo plazo en su desarrollo. Sin embargo, apunta que "aquellos que han perdido el cuidado parental son particularmente vulnerables, ya que no tienen garantizados los vínculos afectivos necesarios para desarrollar la resiliencia y superar experiencias traumáticas".

La exposición directa a la violencia extrema y la pérdida de vidas han generado altos niveles de angustia psicosocial tanto en niños como en adultos. "Toda la población infantil de la Franja necesita apoyo psicológico", asegura la organización. "Miles de niños y niñas se ven atrapados en el fuego cruzado o son blanco de ataques indiscriminados. Las violaciones de sus derechos son continuas e incluyen asesinatos, mutilaciones, ataques contra escuelas y hospitales, y la negación de asistencia humanitaria".

En este contexto, Aldeas Infantiles SOS ha continuado trabajando en Gaza, donde a lo largo del último año ha contribuido a cubrir las necesidades básicas de más de 4.500 niños y niñas y de sus familias y ha proporcionado apoyo psicológico y actividades recreativas a 1.400.

La mayor parte de los niños, niñas y adolescentes sin cuidado parental que vivían en la Aldea Infantil SOS de Rafah fueron evacuados en marzo a la Aldea de Belén, en Cisjordania, donde han recuperado una normalidad relativa y han vuelto a la escuela. Los 41 niños y niñas que permanecieron en Rafah, junto con los profesionales a cargo de su cuidado, ya han sufrido dos desplazamientos forzados y se encuentran en un campamento en Khan Younis. "Su seguridad y bienestar nos preocupa enormemente. Otros lugares designados como "zonas seguras" humanitarias han sido objetivos de ataques mortales", observan desde la organización.

Aldeas Infantiles SOS apoya a la población gazatí desplazada distribuyendo tiendas de campaña, alimentos, agua y placas solares. Además, junto a socios locales y organizaciones especializadas, ha participado en la campaña de vacunación contra la polio en Khan Younis.

La amenaza del hambre

Las personas que sobreviven a las bombas en la Franja de Gaza se enfrentan ahora a la inseguridad alimentaria y el hambre. Un año después del inicio del conflicto, el 96 % de la población local afronta un nivel alto de inseguridad alimentaria aguda1 y al menos 50.000 niños y niñas ya sufren malnutrición aguda. Mientras, continúan las restricciones de acceso a la asistencia humanitaria.

A ello se une la incapacidad de acceder al agua potable, que lleva a los gazatíes a depender de fuentes de agua no saludables, lo que ya ha aumentado los casos de enfermedades como la diarrea, las infecciones respiratorias agudas, infecciones cutáneas y afecciones relacionadas con la higiene.

"Los niños y las niñas son las víctimas más vulnerables en los conflictos bélicos", asegura Aldeas Infantiles SOS, que urge a las partes involucradas a cumplir con el Derecho Internacional Humanitario y a garantizar la protección de la infancia y la adolescencia, con especial atención a quienes han perdido el cuidado parental.

La organización opera en la Franja de Gaza desde hace más de 50 años proporcionando cuidado alternativo y apoyo a niños, niñas, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad.

1. Fuente: Integrated Food Security Phase Classification (IPC).

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