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"Actualmente somos capaces de hacer cirugía para la obesidad sin riesgos y de forma muy eficaz"

El director del Instituto de la Obesidad, Adelardo Caballero, destaca el auge de las cirugías de reducción de estómago y del fármaco que reduce el apetito liraglutida

La obesidad es otra de las grandes pandemias que sufre el mundo en la actualidad, también en España. Un nuevo estudio cifra en 27 millones a las personas con exceso de peso para el año 2030. El 80% de los hombres y el 55% de mujeres de nuestro país tendrá problemas de obesidad o sobrepeso en 2030, según el último trabajo elaborado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas.

Esta enfermedad afecta de múltiples formas a nuestra salud, desde el desarrollo de diabetes, osteoartrosis o problemas cardiacos.

El director y coordinador del Instituto de Obesidad de Madrid, doctor Adelardo Caballero, define la obesidad como un problema “silencioso” y en auge. “Cada día comemos más y peor, mientras que somos más sedentarios. Realmente la obesidad está creciendo y sobre todo en los niños”, indica el especialista.

Afortunadamente, la cirugía de la obesidad o cirugía bariátrica ha demostrado ser un tratamiento muy exitoso frente a este problema. Así lo explica el doctor Adelardo Caballero: “Somos capaces de hacer tratamientos quirúrgicos con mínima invasión y por tanto con mínimos riesgos y eso hace que estemos en un momento de crecimiento de la cirugía bariátrica. Es muy segura y eficaz porque se ha beneficiado de los avances en las técnicas quirúrgicas, por laparoscopia o cirugía robótica”.

Según asevera el especialista, la cirugía tiene una ventaja frente a otros procedimientos para tratar la obesidad: los resultados se mantienen en el tiempo. “Realmente son tratamientos definitivos”, afirma Adelardo Caballero.

El paciente tiene a su alcance diferentes técnicas quirúrgicas para tratar de solucionar el problema. Una de las más utilizadas es el balón intragástrico. Tal y como informa el director del Instituto de la Obesidad, esta alternativa permite a las personas que no tienen un gran sobrepeso recuperar su vida normal y adquirir buenos hábitos. “El paciente traga una cápsula, se deposita en el estómago y crece dentro. Permanece en el estómago unas dieciséis semanas y luego se expulsa de manera natural. Estamos teniendo muchísimo éxito por los excelentes resultados que ofrece”, detalla.

Una opción más novedosa y válida en sobrepesos más leves es el fármaco Saxenda (liraglutida). Un medicamento inyectable que reduce el apetito y mejora el funcionamiento del metabolismo. “El único inconveniente es que en el momento que dejas de tomar la liraglutida, todo vuelve a la normalidad, pierdes esa sensación de no tener hambre. El índice de recurrencia es mayor que con el balón intragástrico”, precisa el doctor Caballero.

En obesidades más avanzadas se recurre a la cirugía de reducción de estómago. En palabras del experto, en esta intervención no solo se empequeñece el órgano, sino que “se retira también una parte del estómago donde se producen hormonas gastrointestinales que producen hambre, ansiedad y mayor absorción de los alimentos”. Como indica el doctor, es una cirugía que no causa complicaciones. “Si vemos que es insuficiente, a largo plazo se puede hacer un by-pass gástrico posterior”, añade el experto.

El by-pass gástrico es la solución ante obesidades mórbidas o extremas. Tal y como explica Adelardo Caballero, por laparoscopia se hace un estómago pequeño y se sube un asa intestinal. “Gracias a esto, el paciente come menos (tiene el estómago más pequeño) y luego los alimentos van a salir por una parte del intestino más avanzada. De forma que la comida permanece menos tiempo en el intestino y vamos a perder peso por malabsorción”. En casos extremos de obesidad, antes de la cirugía es necesario que el paciente pierda peso. “Para estos casos también se aplican los balones intragástricos”, informa Adelardo Caballero.

Más allá de la cirugía, el Instituto de la Obesidad apuesta por un abordaje multidisciplinar. Como destaca su director, “los pacientes tienen un apoyo nutricional, se les enseña a comer y a cocinar. Además, tenemos un departamento de actividad física y otro de psicología. Esto nos diferencia de los demás. Hacer una cirugía y simplemente mandar al paciente a casa es insuficiente. Tienen más posibilidades de recidivar”.

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