Las medidas tomadas contra la pandemia de COVID-19 están teniendo un impacto en la demanda de energía, los mercados de gas, petróleo y electricidad, y también sobre las perspectivas y la viabilidad de los proyectos de energías renovables, los planes de energía y clima de los países europeos y las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo. Por otro lado, también representan una oportunidad para grandes consumidores y para la industria electrointensiva
La pandemia de COVID-19 y sus consecuencias
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa que se transmite con relativa facilidad en distancias cortas y en contacto con superficies contaminadas. Esta situación ha llevado a los gobiernos de prácticamente todos los países del muncho a implantar medidas para frenar y reducir su propagación y así evitar colapsar los sistemas sanitarios que, frente a un aumento exponencial incontrolado de infectados con síntomas severos, podrían no disponer de suficientes plazas en las unidades de cuidados intensivos.
Estas medidas han ido en la dirección de evitar que la gente entre en contacto y también de que se desplace lo mínimo posible. Las medidas tomadas incluyen el cierre de escuelas y universidades, el confinamiento de la población y el paro de toda actividad comercial que no sea esencial. Medidas de esta índole y calado han impactado de manera muy importante en la producción y la actividad económica, y también, obviamente, en la demanda de energía y consecuentemente sobre los mercados de energía.
Situación actual y previsiones de los mercados de petróleo, gas y derechos de emisión de CO2
El precio del barril de petróleo Brent se encuentra al nivel de los precios más bajos de los últimos quince años. Los precios sufrieron una caída repentina, de los $60 por barril hasta cerca de los $20, a principios de marzo cuando finalizó el acuerdo de los países productores para limitar la producción. Frente a la falta de un nuevo acuerdo y la caída de la demanda por el parón de la economía mundial a causa de la pandemia, los precios se hundieron.
El nuevo acuerdo alcanzado el pasado lunes 13 de abril frenó la caída de los precios y permitió vislumbrar un intento de recuperación que se vio truncado ante las pesimistas perspectivas del Fondo Monetario Internacional sobre la recuperación de la economía mundial ante esta crisis sobrevenida. En cualquier caso, al ser un producto del que los países productores controlan estratégicamente la oferta, y dado que un precio demasiado bajo durante demasiado tiempo no es beneficioso para nadie, las probabilidades de que el precio se acabe recuperando pronto son muy altas.
Los mercados de futuros de Brent están viendo un precio de equilibrio alrededor de los $50 por barril a largo plazo. Las previsiones de Fitch Ratings y de la Administración para la Información sobre la Energía de Estados Unidos (EIA) están previendo ya precios del barril de más de $45 para el año que viene, si bien el FMI es algo más pesimista con previsiones por debajo de los $40.
Los precios del mercado del gas europeo TTF también se encuentran en valores mínimos de los últimos quince años. Pero en este caso, la caída de precios viene siendo la senda continuista de los últimos meses. Desde los máximos registrados en septiembre de 2018, los precios han ido bajando hasta situarse al nivel de los 6-7 €/MWh actuales. Este comportamiento de bajada de precios desde el último trimestre de 2018 es el mismo que se observa en los mercados de electricidad de toda Europa, porque la caída de los precios del gas ha sido el principal factor que ha conducido a los mercados eléctricos a los precios bajos actuales.
De cara al medio plazo se espera una recuperación de los precios del gas, por su estrecha relación con los precios del petróleo Brent y por la recuperación de la demanda una vez empiece la recuperación de la crisis. Los futuros de gas TTF están viendo ahora mismo un precio de equilibrio alrededor de los 15 €/MWh.
En cuanto a los precios de los derechos de emisión de CO2, éstos estaban situados alrededor de los 25 €/t desde que empezaron a subir en 2018. Justo a mitad de este mes de marzo, los precios sufrieron una importante caída que los situó cerca de los 15 €/t. Este comportamiento es exactamente el mismo que se observó en los mercados de futuros de electricidad y corresponde más a una situación de pánico frente a un futuro incierto por las medidas tomadas contra la pandemia que a una pérdida del valor del derecho de emisión. Unas semanas después, el precio ya se ha recuperado hasta cerca de los 22 €/t.
Situación actual de los mercados de electricidad europeos
Las medidas de confinamiento y restricción de la actividad comercial, más o menos estrictas según el país, han llevado a una caída bastante generalizada de la demanda de electricidad en Europa. Los países donde el impacto es más evidente son Italia, por ser el país que primero decretó el confinamiento obligatorio de la población, y España, por tener uno de los confinamientos más estrictos. En Italia, la demanda ha ido disminuyendo semana a semana desde que empezó el confinamiento el pasado 9 de marzo y se sitúa en los niveles mínimos de los últimos quince años. En España, la caída de la demanda ha sido muy severa y hay que remontarse hasta 2003 para encontrar niveles parecidos.
La situación de los precios en todos los mercados de electricidad de Europa es de niveles muy bajos, al nivel de los precios más bajos de la última década, aunque, para la mayoría de mercados, los precios actuales no son excepcionales. El comportamiento de los últimos meses ha sido análogo al observado en los precios del mercado de gas de caída continuada desde los máximos de septiembre de 2018. Como se ha comentado anteriormente, los precios bajos del gas principalmente, junto con una cierta influencia de la caída de la demanda, son los principales responsables de los precios bajos actuales de los mercados eléctricos.
Escenarios de recuperación de la crisis
A estas alturas ya es evidente que la actual crisis sanitaria vendrá seguida por una crisis económica dado el parón que ha sufrido prácticamente toda la actividad comercial e industrial. A mitades de marzo, todas las agencias e instituciones económicas internacionales señalaban a una recuperación rápida, prácticamente instantánea, de la actividad económica una vez se levantaran las restricciones, de manera que en 2021 ya se gozaría de los niveles anteriores a la crisis provocada por la pandemia.
A medida que han ido pasando las semanas, las perspectivas han ido empeorando y la recuperación se ha ido retrasando. Actualmente, la caída del PIB para este 2020 se estima al menos del 6% en la mayoría de países europeos, aunque puede llegar a caídas de dos dígitos en algunos. La recuperación para 2021 se sitúa alrededor del 5% en los casos más optimistas, por lo que los niveles de PIB de 2019 no se estima que se recuperen hasta dentro de unos años. En AleaSoft se están usando actualmente escenarios tipo “U ancha”, donde la recuperación económica puede empezar a finales de este año 2020 en algunos países, pero los niveles anteriores a la crisis no se alcanzarán hasta 2023 en el mejor de los casos para algunos países.
En cuanto a la recuperación de la demanda de electricidad, el escenario para cada país es muy particular, dado que la demanda tiene una sensibilidad distinta al PIB debido a su estructura económica e industrial y a su intensidad o eficiencia energética. En lo que se refiere a los precios de los mercados eléctricos, su recuperación irá más ligada al comportamiento de los precios del gas que a la recuperación de la demanda.
Impacto en los planes de renovables y oportunidades
Las restricciones de movimiento y de actividad económica tendrán un impacto obvio en los proyectos actualmente en construcción: su retraso en la puesta en marcha. Pero más allá de esto, los proyectos en construcción deberían seguir su camino una vez se acaben las restricciones.
En cuanto a la viabilidad de los proyectos renovables, la situación actual de precios bajos en los mercados de electricidad y la situación de gran incertidumbre que se está viviendo ahora mismo pueden hacer pensar en que los proyectos pueden dejar de ser viables. Tanto si los proyectos se financian a través de un PPA como si lo hacen directamente a mercado, las condiciones actuales de precios no son las más favorables para sus intereses. En este sentido, el mensaje de AleaSoft es de optimismo: si un proyecto era viable antes de la crisis, continúa siendo viable actualmente a largo plazo.
Es importante enfatizar la importancia de la visión a largo plazo. Una situación como la actual de precios bajos no es favorable para una planta de generación eléctrica, pero situaciones como esta se han dado más o menos regularmente en el pasado y volverán a ocurrir en el futuro, al igual que la situación opuesta de períodos con precios altos. Pero, a largo plazo, el mercado está en equilibrio y se van alternando las situaciones favorables a compradores y las favorables a vendedores. Lo importante es tener una buena estrategia de compra o venta de energía que se base en unas previsiones fiables de precio a largo plazo. Con esta estrategia, un comprador, como puede ser una industria electrointensiva, o un vendedor, como puede ser una planta fotovoltaica, pueden protegerse contra situaciones adversas
El impacto que se prevé sobre el crecimiento del autoconsumo es transitorio. Es decir, una situación como la actual de precios muy bajos en el mercado hace menos atractiva la inversión en una instalación de autoconsumo ya que se necesitaría de mucho más tiempo para conseguir que la instalación sea rentable. Pero, dada la apuesta de los estados por el autoconsumo como herramienta para la descarbonización de la generación de electricidad y, dado también, que los precios se recuperarán en algún momento, se espera que los ritmos de crecimiento del autoconsumo previos a la crisis se acaben recuperando en el futuro.
El retraso que sufrirán los proyectos en construcción, junto con unas perspectivas menos atractivas para futuras inversiones en plantas renovables y en instalaciones de autoconsumo, pueden dificultar alcanzar los objetivos de capacidad renovable establecidos en los Planes Nacionales de Energía y Clima de los países europeos. Unos planes que seguramente necesitarán una revisión, ya sea para adecuar los objetivos o para cambiar las estrategias planteadas.
Información sobre el impacto de la pandemia
AleaSoft está llevando a cabo una campaña de publicación de información sobre los efectos de la pandemia de COVID-19 sobre los mercados de energía en Europa. Dentro de este marco se pueden encontrar iniciativas como los Observatorios de mercados eléctricos en su sitio web y la realización de webinars gratuitos. En este artículo se ha realizado un amplio resumen del webinar realizado el pasado 16 de abril sobre la influencia del coronavirus en la demanda de energía y los mercados eléctricos en Europa, y del que ya hay programada una segunda parte para el 21 de mayo con datos y previsiones más actualizadas y un mayor foco sobre la financiación de proyectos de energías renovables. Se puede solicitar la grabación del webinar o pedir la inscripción al siguiente por email.