Economía

Los sectores agrícolas registran mermas muy importantes en sus ingresos que ponen en riesgo a las explotaciones

Mientras que los sectores ganaderos han podido resistir mejor una año dificil

COAG-IR en su balance de año agrario constata un ejercicio 2021 marcado por una crisis de precios en origen que se esta volviendo estructural y una carga de costes de producción que, con el incremento de los costes de la energía, empieza a resultar insoportable. A estos condicionantes hay que agregar la entrada descontrolada de productos de terceros países, frente a los que se compite en absoluta desigualdad de costes y condiciones de producción; los efectos, cada día más apreciables, del cambio climático, con floraciones muy tempranas a los que luego les suceden alguna helada que destruye buena parte de las cosechas; y una reforma de Política Agraria Común para los años venideros introduce criterios que supondrán ajustes importantes para los agricultores de la Región.

Los cítricos han sufrido un año marcado por una cosecha menor que no se ha traducido en mejora de precios, que han sido sensiblemente más bajos. Además, en el ejercicio se han advertido entradas masivas de cítricos de países terceros que, en algunos casos, han venido con incidencias en los contingentes con riesgos potenciales tanto para la salud vegetal de las producciones murcianas como para la población.

Con respecto a uva para vinificación, en comparación con el año pasado, que no fue positivo, los precios han ascendido muy poco. La venta se está haciendo prácticamente por debajo de costes de producción, si seguimos en esta situación la Región de Murcia se verá afectada en el viñedo por la venta de derechos a otras Comunidades Autónomas, lo cual sería una irreparable pérdida para nuestro sector. En Aceite se aprecia ahora una pequeña subida de precios, un pequeño consuelo, porque llevamos un año muy flojo por falta de agua. En Almendra, vemos que se está defendiendo bien, con los precios prácticamente como el año pasado, que rondan 2,5€ la ecológica y sobre 1 € la convencional.

Actualmente el sector de la miel está sufriendo una grave caída en la rentabilidad de las explotaciones, debido principalmente a la caída en la producción arrastrada desde hace más de dos años, que ronda el 60% de lo que sería una cosecha normal. Por otro lado, tenemos un aumento de los costes de producción lo cual hace las explotaciones estén al límite. Este año los precios de la miel han aumentado un 20% con respecto al año pasado, aun así, con una cosecha tan mediocre las explotaciones pequeñas y medianas está al borde del colapso.

Después de un verano de precios bajos, sobre todo en sandia y melones, por temperaturas más bajas de lo normal en países europeos, lo cual hizo bajar el consumo, y llevó a vender por debajo de los costes de producción, se está iniciando una campaña de otoño-invierno con una subida de costes de más de un 40% de subidas en fertilizantes, electricidad, plásticos, etc.… lo que anula todo tipo de beneficio al sector hortícola. Es cierto que en estos momentos se registra una fuerte demanda de productos e incluso están faltando hortalizas, pero el precio no es suficiente para garantizar beneficios, estos últimos días se está subiendo producción.

Durante la pandemia del COVID-19 la producción de la Flor Cortada se tiró a la basura, el sector estaba empezando a remontar, pero nuevamente surge otro problema: La subida de los precios de costes, como abonos, fitosanitarios, plásticos, esquejes, etc. Aun subiendo los precios de venta de la flor, no se están compensa costes por los gastos en producción tan elevados. De seguir así, las producciones serán cada vez más pequeñas tendiendo a desaparecer la mayoría de las explotaciones de flor de la Región.

El Cereal ha tenido un año positivo en lo agronómico, con una buena cosecha y unos precios adecuados, si los costes de producción no se hubieran incrementado, estaríamos hablando de un gran año para estos productores, pero los costes han mermado los ingresos de las explotaciones, detrayendo gran parte de los beneficios.

Los sectores ganaderos han tenido un año más positivo, aunque también lastrados por los costes de producción, en especial los energéticos. El ovino ha registrado precios al alza, en parte beneficiado por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que ha dejado más mercado. El Porcino ha tenido más demanda por la entrada en nuevos mercados y los problemas de peste porcina en China. El vacuno de carne también ha podido ampliar mercados en Europa, con lo que se ha visto favorecidos por una mayor demanda. La leche, al ser en nuestra Región, fundamentalmente de cabra, ha tenido un año correcto, puesto que, al contrario que la de vaca, ha tenido precios adecuados por su equilibrio con la demanda y la producción de los quesos con Denominación de Origen de la Región de Murcia, que tienen muy buena acogida.

La fauna silvestre se está consolidando como una amenaza para las producciones y para los ciudadanos, se registra un fuerte aumento de población de jabalí y conejo que dañan gravemente los cultivos y que requiere que se actúe sobre ellas.

Con respecto al agua, el sector está inmerso en una situación de incertidumbre con respecto a la garantía de abastecimiento para riegos que no permite una planificación a futuro de los cultivos, por lo que la indignación y el desconcierto están siendo manifiestos.

El año se ha cerrado con la buena noticia de la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, herramienta que podrá permitir que abusos sobre el productor, con prohibición de prácticas como la venta a pérdidas. El Gobierno regional se ha comprometido, ayer, a dotar de instrumentos que permitan la perfecta aplicación de estas normas, con la puesta en marcha, por ejemplo, de observatorio de la cadena y el registro de contratos. Sin estas actuaciones, la aplicación de la norma no sería posible, por lo que es sector cierra el año con la esperanza de que el 2022 sea algo mejor. Finalmente, COAG-IR insiste en que si los precios al consumidor se están incrementando en las últimas semanas no están obedeciendo a incrementos de precios en origen, puesto que a los productores no se les están engrosando los pagos por sus mercancías y se ven obligados a internalizar la subida de costes, situación que podrá paliar una correcta aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria.

Noticias de Economía

La jornada, organizada por la Cátedra EMURI, ha reunido a representantes de 13 empresas referentes en I+D+i de la Región, así como a los rectores de la UMU y la UCAM