El único navegador del mundo para jugadores anuncia el lanzamiento del primer ‘cementerio’ en el metaverso. La plataforma online ha sido diseñada para que las personas entierren avatares y despidan con humor a los amigos que han dejado el mundo de los juegos por culpa de sus obligaciones en otra vida
Deberes conyugales, renovar el piso o simplemente un trabajo convencional. Cualquiera que haya sido parte de la comunidad de jugadores conoce la sensación que provoca el hecho de que estos compromisos tan mundanos se interpongan en el camino de los juegos. Por eso, Opera GX ha lanzado ‘Cibercementerio de Jugadores’ (Gamer Graveyard): un servicio en línea donde los jugadores pueden crear lápidas digitales para vacilar a sus compañeros de juego o simplemente conmemorar a sus avatares.
"Morir en el metaverso, afortunadamente, no afecta a tu vida en el mundo real, pero hay quien te echa de menos. Este cementerio en línea es una herramienta sutil para que las personas les digan a sus amigos que desaparecieron en Discord o en un juego que los echan en falta ", explica Maciej Kocemba, Jefe de Opera GX.
El Cibercementerio de Jugadores está construido en estilo 2D de 8 bits. Abarca un creador de lápidas con el que las personas pueden elegir el tipo de piedra, escribir el apodo de juego de su amigo, su elegía o epitafio e indicar la fecha en que fueron vistos por última vez en línea. La lápida se coloca en el cementerio virtual y se puede compartir en todas las plataformas sociales, o enviar directamente al amigo perdido. El nombre original ‘Gamer Graveyard’, surge a raíz de la abreviatura online GG que corresponde a la expresión Good Game ("buen juego" o “bien jugado”).
“Tu identidad virtual es parte del metaverso: es una extensión de tu vida física. Cuando tu vida de jugador se apaga, necesita un lugar para ser enterrado y un cementerio virtual puede ser el mejor lugar para hacerlo", agregó Kocemba.
Para crear una lápida virtual en el metaverso, basta con entrar en https://gamergraveyard.gg y pulsar cualquier botón. Con eso basta para generar una tumba virtual para el amigo que se desconectó. El siguiente paso es elegir una modalidad de lápida (theme) y escribir su epitafio. También es posible presentar los respetos a los que descansan en el cibercementerio, simplemente pulsando la tecla “F”. Las tumbas se pueden compartir en redes sociales y están localizables en todo momento: basta con buscar el alias con el que se ha marcado la lápida.
Todo este proyecto, que parecía que iba a requerir un gran esfuerzo por parte de miles de desarrolladores terminó siendo mucho más fácil de construir de lo esperado: solo ha sido necesario un desarrollador. La ventaja de este cementerio digital es que es infinitamente escalable: nunca se quedará sin tierra.