La Entidad de Saneamiento y Depuración de la Región de Murcia (Esamur) ha realizado este año más de 900 visitas a industrias para controlar los vertidos que realizan a la red de saneamiento y prevenir la contaminación en origen, lo que permite garantizar la salud de las personas y la sostenibilidad del medioambiente, además de proteger las instalaciones.

La finalidad es garantizar que las empresas aplican los tratamientos adecuados conforme a la ley y, de esta forma, asegurar que llegan de forma óptima a las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), para su correcta depuración.

Los controles son una herramienta fundamental para asegurar el correcto funcionamiento de las estaciones depuradoras y optimizar los procesos de depuración de los vertidos industriales. A su vez, las inspecciones son garantes en la aplicación del principio de 'quien contamina paga'.

En concreto, desde enero a principios de diciembre de 2023, el departamento de control de vertidos de Esamur ha llevado a cabo un total de 905 visitas a industrias.

Durante las inspecciones se comprueba la actividad desarrollada en el establecimiento, los usos del agua y los tratamientos antes del vertido. Las industrias deben aplicar a sus aguas residuales, antes del vertido al alcantarillado, los tratamientos necesarios para cumplir la normativa y no perjudicar los procesos de depuración en las EDAR. En caso de incumplirlo, se comunica a los ayuntamientos, que tienen las competencias y deben garantizar que se cumpla la normativa de vertidos al alcantarillado. Otra de las actuaciones que realiza es la localización y control de las incidencias de vertidos que se detectan en las estaciones depuradoras.

Este seguimiento de los vertidos evita la contaminación del agua, lo que permite su depuración y genera recursos hídricos que pueden reutilizarse para riego en zonas con escasez de agua. Se trata de una medida fundamental que favorece el reciclaje dentro de la economía circular y consigue reducir los costes de los tratamientos para la depuración.

El contrato de control de vertidos, con un presupuesto de adjudicación de 1.987.392 euros, contempla más medios, como mayor número de equipos, mayor prevención de la contaminación en origen, adaptación a las nuevas normativas sobre contaminación y reutilización, control con sensores 'online' y digitalización de las inspecciones.