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Un mal trasplante puede crear muchos problemas y salir más caro

La proliferación de clínicas en las que ofrecen trasplantes capilares ha provocado una lucha feroz a la hora de promocionar centros, métodos y fórmulas para combatir la alopecia. El potencial paciente se ve bombardeado con datos que, en muchos casos no entiende, con unas letras pequeñas que pueden llevar a decepciones futuras, o lo que es más importante, algunos de estos anuncios pueden esconder plantillas con poca experiencia que pueden cometer errores a la hora de realizar la intervención.

Es importante que el paciente se informe en todo momento sobre el proceso, tiempos, y el personal que estará a cargo de su cirugía ya que, en el caso de cometerse algún error, estos pueden tener unas consecuencias muy negativas y costar mucho más dinero, ya que será necesario volver a ponerse en manos de un doctor.

El doctor Javier Pedraz, director médico de Insparya Madrid, que cuenta con más de 10 años de experiencia, explica algunos de los errores más comunes que se cometen a la hora de realizar un trasplante capilar.

Línea frontal en zigzag o demasiado perfecta. Según indica el doctor Javier Pedraz, "dentro de la implantación frontal, se suelen poner unidades foliculares más adelante y otras más atrás, para dar sensación de naturalidad, pero es un zigzag que no debería estar marcado", ya que debería ser prácticamente imperceptible, solo para dar sensación de pelo natural, no trasplantado. Sin embargo, por falta de cuidado o de experiencia, hay casos en los que este zigzag es muy pronunciado, llegando incluso a parecer puntas de estrella. Igual de malo es el caso contrario, ya que en ocasiones nos podemos encontrar con líneas frontales perfectamente definidas, que dan una sensación muy artificial, ya que hay que tener en cuenta que el pelo, de forma natural, crece imperfecto.

Implantar unidades foliculares múltiples en la zona frontal. Al igual que sucede con el diseño de la línea frontal, es también importante seleccionar las unidades foliculares a implantar en esa zona. Según indica el doctor Pedraz, "en las primeras líneas, los folículos trasplantados deben ser de una única unidad folicular, máximo dos, eligiendo las unidades foliculares múltiples, para una zona posterior a las primeras líneas, como la zona frontoparietal o la coronilla". Con esto se consigue dar un aspecto más natural, ya que en la zona frontal no suele haber unidades foliculares múltiples.

Implantar unidades foliculares múltiples en cejas y barba. En el caso de las cejas, no se deben implantar unidades foliculares de más de un folículo, ya que el pelo que tenemos en las cejas está formado por unidades foliculares de un solo folículo. En el caso de la barba, se pueden trasplantar unidades foliculares de hasta dos folículos. Si en la extracción se sacan unidades foliculares de varios folículos, habrá que cortarlas en unidades de uno para poder hacer el implante, ya que es así como quedará estéticamente bien.

Implantar el pelo en una orientación distinta a la natural. Para evitar que el pelo quede enredado e imposible de peinar, es fundamental la orientación a la hora de la implantación. Hay orientaciones estándar que pueden servir para cualquier paciente, pero siempre es importante fijarse en los pelos que hay en cada una de las zonas. Como el doctor Pedraz afirma, "aunque el paciente esté calvo, suele tener algo de pelo que puede dar idea de la orientación del cabello". En el caso de las cejas, además hay que tener en cuenta que esta orientación debe estar muy cerca de la piel, para evitar que los pelos queden de punta. En el caso de la barba van generalmente hacia abajo y hacia el centro, dependiendo de la zona.

Cuando hay malas implantaciones, en algunos casos hay que quitarlas, trabajar en ellas, como por ejemplo, dividirlas, y volverlas a implantar. Además, hay que tener un especial cuidado, ya que algunas de esos cabellos con los que se va a trabajar son implantados, y hay que evitar dañar unidades foliculares que han supuesto ya una inversión económica por parte del paciente.

Overharvesting o exceso extracción zona donante. La sobreexplotación de la zona donante viene ocasionada generalmente por el abuso en la extracción de unidades foliculares en el paciente, que provoca lo que se denomina un agotamiento o depleción de la zona donante. Esto puede provocar daños e impedir un segundo trasplante. Puede ser fruto de dos factores: que se extraiga demasiado pelo, o que al extraer una unidad folicular se dañe alguna de alrededor, dejando a ésta inutilizada. En el caso de tener que volver a trabajar en esta zona, al estar dañada, hay que seleccionar muy poco a poco y más lentamente las unidades a extraer, para evitar dejar calvas o perjudicar más la zona, ya de por sí dañada.

Como el mismo doctor explica, "estos errores suelen cometerse por equipos que no tienen una amplia experiencia en tricología", por lo que recomienda tener en cuenta todos estos factores para conseguir un resultado óptimo a la hora de realizar el trasplante.

Asimismo, además de evitar estos errores, Pedraz considera clave "detectar enfermedades previas en el cuero cabelludo, como las alopecias cicatriciales o la alopecia fibrosante frontal, para evitar hacer un trasplante y que el pelo no salga" debido a una enfermedad de base que pueda padecer el paciente.

El tiempo quirúrgico se convierte también en un factor fundamental, ya que "si pasa mucho tiempo desde la extracción a la implantación, puede haber riesgo de que las unidades foliculares no sobrevivan. Cuanto más rápido se extraigan y se implanten, mucho mejor". Al mismo tiempo la conservación de las unidades foliculares mientras no se reimplantan es fundamental y, para eso, investigadores del grupo Insparya (Carlos Portinha, Elsa Logarinho y Ana Castro) han publicado un artículo científico en Dermatologic Surgery con las mejores condiciones de conservación folicular.

En palabras del doctor Pedraz, arreglar un mal trasplante "es mucho más lento, más laborioso, más difícil y, por lo tanto, más caro de lo que puede suponer un trasplante inicial". Por ello es importante valorar factores más allá del precio ya que, en muchas ocasiones, lo barato puede salir (muy) caro.

En Insparya, los pacientes cuentan con asesoramiento gratuito desde la primera sesión, donde se indicará el tratamiento más adecuado para cada caso. Cuando un paciente decide someterse a un trasplante capilar, este dispone de un seguimiento desde los días previos al trasplante y que continúa durante los 18 meses siguientes, lo que permite controlar en todo momento la evolución del trasplante.

Gracias a la técnica y tecnología desarrollada por el grupo Insparya junto con el laboratorio I3S de la Universidad de Oporto, el Dual Extraction Device facilita la extracción de unidades foliculares de forma precisa y en menos tiempo, permitiendo trasplantar más de 4000 unidades foliculares en 6 horas. 

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