Existe interés por parte de los agricultores vecinos, por considerarla una alternativa económicamente sostenible y rentable

La Consejería de Agricultura y Agua espera buenos resultados esta temporada de la plantación de cerezo en el paraje Los Puros, en el Puerto del Garruchal, realizada como una alternativa más a los cultivos tradicionales existentes en la zona, que adolecen de falta de precio y de rentabilidad.

Por iniciativa privada y con el apoyo del Equipo de Fruticultura del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), se realizó una plantación experimental de cerezo hace cuatro años con nueve variedades injertadas, en el marco del proyecto de I+D sobre 'Introducción del cerezo en la Región de Murcia'.

Las variedades más tempranas se empezaron a recolectar a primeros de mayo, con calibres de 28+ y superiores y una producción cereza de alta calidad comercial. De las nueve variedades, al menos cinco de ellas prometen una buena adaptación desde el punto de vista climático. La aparición temprana de la cereza, como ocurre en este caso, aprovecha los precios altos de los mercados, todavía no abastecidos de esta fruta.

El director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, destacó que "era necesario poner en marcha un iniciativa de estas características para aprovechar de manera óptima los recursos hídricos de una comunidad de regantes, cuyas aguas proceden de un pozo situado en Los Lages, en la cara norte de la Cordillera Sur".

En este sentido, apuntó que "la falta de rentabilidad de algunos cultivos estaba originando el abandono sucesivo de la actividad agrícola por parte de los propietarios de parcelas. Esto hacía insostenible la infraestructura de riego de la zona, que es necesario mantener y utilizar si se quiere evitar la desertificación de este paraje".

Las condiciones climáticas de esta zona son similares a las de la huerta de Murcia, aunque los veranos suelen ser algo más frescos por la orientación Este-Oeste del citado valle. Esto favorece la disminución del porcentaje de frutos dobles, no comerciales, que suelen producirse en algunas variedades de cerezo cuando se producen temperaturas muy elevadas, durante la época de diferenciación floral que sucede en verano.

Los suelos de esta zona son principalmente aluviales franco-arenosos, profundos. El agua de riego es rica en sulfatos y su contenido en sodio no es muy elevado, lo que permite realizar un cultivo con fertirrigación por goteo específico para el cultivo del cerezo.

La plantación sigue siendo objeto de estudio por parte del IMIDA para ajustar las técnicas de cultivo del cerezo en la zona, donde existe interés por parte de los agricultores vecinos, por considerar esta una alternativa económicamente sostenible y rentable.