La situación socio-económica actual en nada tiene que ver con los años de la burbuja inmobiliaria, una apuesta económica que ha servido para beneficiar tan solo unos pocos en detrimento de la inmensa mayoría de los lumbrerenses, vecinos que ahora se ven arruinados. Incluso las arcas municipales se ven tremendamente endeudadas y sin poder hacer frente ni siquiera a las obras que han quedado sin terminar.
El nuevo Plan General, debe de respetar el crecimiento natural del municipio, además de no caer en las mismas irregularidades que han llevado al TSJ de Murcia a dictaminar sentencia en contra del vigente Plan. El nuevo Plan General debe de servir de guía para el adecuado crecimiento del municipio en las próximas décadas, con independencia del signo político que gobierne en cada momento, debiendo por tanto elaborarse con el mayor consenso posible. El debate debe de ser lo más amplio posible, incluyendo a todos y cada uno de los sectores socio-económicos de la localidad, buscando el mayor equilibrio posible entre ellos.
Sectores como la agricultura y la ganadería no se pueden ver limitados por convenios urbanísticos inviables a día de hoy, y posiblemente en las próximas décadas, que se siguen recogiendo en el documento de Avance publicado por el Equipo de Gobierno. Los compromisos firmados por el Partido Popular en la localidad, en beneficio de tan solo unos pocos, no pueden ser una hipoteca para este municipio.
El Partido Socialista solicita la constitución de una comisión de trabajo que incluya entre sus miembros no solo a los partidos políticos, con representación en el Ayuntamiento, sino que además de acceso a organizaciones empresariales, agrícolas y ganaderas, sindicales e incluso a las asociaciones vecinales. Todos, de una u otra forma tienen el derecho y la obligación de aportar por futuro de nuestro municipio.