España está al borde del colapso democrático. Estos de la izquierda llegaron para acabar con la corrupción, pero la nación atraviesa una crisis institucional sin precedentes.
El Presidente del Gobierno controla el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cuentas, la Fiscalía General del Estado..., y gran parte de las entidades del sector público están dirigidas igualmente por personas afines a los socialistas : Correos, Indra, Aena, Telefónica, Renfe, CIS, SEPI, Red Eléctrica y RTVE, entre otras.
El confinamiento ilegal impuesto por el Gobierno, así como la extralimitación del Ministerio de Sanidad para modificar y ampliar las medidas de contención en la actividad comercial, parece que dieron alas a las mentes siniestras y corruptas de los políticos profesionales, el mal endémico español desde hace décadas.
A este respecto, la Justicia continua acorralando a decenas de cargos de Pedro Sánchez, que además cuenta con gente de relevancia dentro de su círculo más cercano : su mujer y su hermano.
Pedro Sánchez fue elegido Presidente del Gobierno de España gracias al flirteo obligado con los rapiñadores minoritarios del Congreso, con especial hincapié en los indepes cortitos, catalanes y vascos desleales que se autoproclaman de raza superior, que son los verdaderos ultras de nuestro territorio y que manifiestan reiteradamente su voluntad de romper con España.
Señores de la izquierda : el despilfarro del dinero ajeno sin rendición de cuentas es una forma de corrupción y el desprecio absoluto por la economía imposibilita la prosperidad de la patria.
La realidad numérica española es desoladora, ya que la deuda pública supera los 1,6 billones de euros, y el agujero intragable de la Seguridad Social registra más de 126 mil millones pese a que se han disparado los ingresos por las cientos de subidas de impuestos y cotizaciones desde 2018.
Los continuos e inasumibles costes laborales asedian año tras año a la productividad, que debería determinar el salario y cuyo descenso se traduce inevitablemente en el retroceso del PIB per cápita, que es la riqueza por persona de un país.
Para más ironía, se desploma drásticamente la inversión extranjera, persiste la imparable estampida de españoles talentosos que huyen del saqueo o en busca de un futuro digno, y la pérdida de pymes y autónomos, que se cuentan por cientos de miles y que ciertamente ostentan un papel clave en la sociedad como generadores de empleo y bienestar económico.
¡Quién hizo la ley hizo la trampa! Una trampa encabezada por un sicópata farandulero y unos ministros que son una camada de gestores ineptos que no han levantado la persiana de un negocio nunca.
Sánchez está aposentado en el poder, y es una persona carente de principios morales, capaz de alinearse sin titubeos con terroristas, separatistas y golpistas.
Creo que Pedro Sánchez es un perturbado con todas las letras, un mentiroso patológico radicalizado en hacerse notar, motivado por una personalidad narcisista, caracterizado por la continua fabricación de falsedades y con una cantidad inteligible de fanáticos, palmeros, subvencionados, ilegales, ocupas, delincuentes, vagos y maleantes a sueldo abducidos por sus patrañas.
Este Sánchez es un caudillo autoritario de innegable y extraordinario magnetismo, enloquecido por su inesperada y oportunista proclamación, cuya egolatría ha crecido envuelta en una cruel malicia a razón de su irracional Gobierno, con actos a medida de su voluntad y sin justicia, que hacen imposible un retorno a la normalidad y le condenan a su autodestrucción.
Mientras tanto, sus adeptos se doblegan servilmente para mantenerse en el organigrama, sosteniendo los embustes de su líder y exhibiendo con pleitesía las mejores tragaderas.
El Presidente del Gobierno se ha saltado a la torera la integridad, el infame y el esperpéntico “proceso de paz” auspiciado por el oscuro Zapatero (ni pena ni gloria), porque es un socialista de boquilla que no da puntada sin hilo y cuyos negocios personales, familiares, empresariales y del capitalismo inmobiliario prosperan con una alegría digna de estudio.
Sí, Zapatero es compinche de la dictadura del narcotráfico venezolana, mediador de prófugos políticos y defensor a ultranza de Pedro Sánchez.
En esta vida, quién con lobos anda, a aullar se enseña.
El reguero de concesiones inverosímiles, subvenciones absurdas y dádivas injustificables de Pedro Sánchez a Marruecos se convierten en un clásico que invitan a la sospecha : proyectos hídricos, todoterrenos de patrullaje fronterizo, desaladoras, carta blanca en materia agroalimentaria, la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla con unas condiciones al servicio del régimen de Rabat, entrega del Sáhara, ayudas a empresas vinculadas al rey de Marruecos...