Opinión

Policías, jefes y compañeros

El sentido de mis letras..

Los Mossos d’Esquadra son la policía encargada del orden público y otras muchas funciones en Cataluña, y conviven con la Policía Nacional y la Guardia Civil, y las relaciones a nivel de calle entre ellos son en general buenas, ya que todos saben que vistan el uniforme que vistan son compañeros y que el enemigo son los malos, los delincuentes, de los que nos defienden jugándose la vida muchas veces y su propia libertad, y en otras porque la sociedad es implacable con ellos si cometen errores.

La policía no debe ser de izquierdas ni de derechas, ni españolista ni independentista, ni está al servicio de poder político alguno, pero a diario vemos en los periódicos funcionarios policiales actuando contra partidos políticos, desde el Estado hasta los Ayuntamientos pasando por Comunidades Autónomas, y su función va mas allá de las coyunturas políticas...

Por ejemplo, la Guardia Civil ha permanecido con regímenes monárquicos, republicanos, autoritarios y constitucionalistas, y a ella nunca le ha correspondido otra cosa que hacer cumplir la ley.

Cada funcionario policial en su vida privada puede pensar lo que quiera, vivir como quiera y tener las aficiones que quiera, pero la gran mayoría de los profesionales que nos defienden, vistan el uniforme que vistan e incluyo aquí a los policías locales, cuando precisamente van de uniforme y actúan como policías, cuelgan sus ideas personales y se ponen al servicio de la ley para obedecer lo que les digan sus mandos, los fiscales y los jueces.

Sí, personalmente, cada uno a lo suyo, cada uno que haga su papel y cada cual que asuma sus responsabilidades, pero que quede claro que los funcionarios policiales, Mossos, Policías Nacionales, Guardias Civiles o Policías Locales no están al servicio de intereses políticos de nadie, ni de unos ni de otros, y entre otras cosas porque la experiencia enseña que si las cosas vienen mal dadas los políticos suelen tener mucha habilidad para escaquearse y sus líos los acaban pagando los policías.

El buen policía sabe que el político puede ser su jefe pero no es su compañero, es decir, que su compañero es quien se juega la piel con él en la calle.

José Antonio Ávila López

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La pregunta que da título a este artículo es idéntica a esta otra: ¿Existe una justicia de izquierdas y una justicia de derechas, o la Justicia carece de ideología?

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