A algunos de los diputados en el Congreso se les llena la boca en los medios de comunicación con la necesidad de introducir modificaciones en la Constitución española de 1978, hoy vigente.

Van y vienen, vienen y van los reproches a nuestra Carta Magna, y van pregonando todo tipo de defectos inexistentes a los cuatro vientos (a sus medios).

Se rasgan las vestiduras con inefables comentarios, y propugnan cambios de envergadura...

¡Qué poca memoria tienen! Los medios de comunicación, fieles a su línea editorial, y al seguidismo partidista que les acredita, reproducen a lo loco opiniones de los suyos.

¿Y qué ocurre? Que se distorsiona la verdad, que se distorsiona la información, y que no se respeta a la Constitución.

Bueno, ya se sabe, lo de costumbre en casi todas las informaciones de interés político, y el debate sobre la reforma de la Constitución no iba a ser una excepción.

El tema de la reforma constitucional arrancó fuerte, ya que la izquierda quiere cambiar no sé cuántos artículos y disposiciones...

¿Es un aviso para navegantes? Pues no lo sé, pero lo que sí sé es que con la Constitución del 78 no se juega.

Y reitero : ¡qué poca memoria tienen estos!  Ahí queda eso...

Por favor, más sensibilidad, más respeto y menos amnesia.

Les recuerdo : con nuestra Carta Magna no debe haber polémicas, ni con sus artículos, ni con sus disposiciones adicionales, ni con sus disposiciones transitorias, ni con sus disposiciones derogatorias.

¡La Constitución no se toca! Y si esta reforma quieren llevarla a cabo por mandato de los herederos del terrorismo etarra (Bildu), nacionalistas modernos y separatistas (ERC, Junts, BNG Y PNV), y extremistas izquierdistas (PSOE y SUMAR)...

¡Ni por asomo! Y sí, el PSOE de hoy es extrema izquierda.