Opinión

Detector de mentiras y usted

Podría existir un mundo en el que se aplicase el polígrafo en los juicios jurídicos y se hiciese lo mismo a determinadas personas y personajes por unas realidades o por otras.

Se dice, que antes del pecado original, los humanos tenían “dones preternaturales”. Sin entrar en grandes radicalizaciones e interpretaciones teológicos, serían aquellos dones por los cuales, entre otros los seres humanos conocerían de verdad su corazón y el corazón de los otros. Lo que en algunas experiencias místicas católicas, se indica “como que leen las almas y las conciencias de los otros”, aunque los otros no sean conscientes y no lo sepan y, que algunos santos/as son capaces de hacerlo y realizarlo…

Se cree que el detector de mentiras, fue inventado en 1938, pero existen academias científicas que indican que no es cierto, que no tiene una base suficientemente científica, porque se ha visto y comprobado que muchas veces, ha fallado, en eso de las guerras frías y calientes que han existido. Otros, por el contrario piensan que si tienen un grado de fiabilidad, no absoluto y no total, pero si relativa y proporcional. Porque existen reacciones inconscientes, que es muy difícil tapar o que se muestren con algunos cambios neuroeléctricos o de presión arterial, o de temperatura. Cierto es que quizás se puedan entrenar a personas para que esas realidades no existan o no se manifiesten…

Pero no entremos en si es total o parcialmente científico. Si solo es en parte o solo en algunas ocasiones, o en algunos oficios o en algunas personas y en algunas situaciones o concreciones… Pero imaginemos, que como sugerencia o como posibilidad, aunque no sea una prueba eficiente y evidente, se aplique, a determinados tipos de delitos en determinados juicios jurídicos.

Por lo cual, de alguna manera, el principio que una persona no tiene porqué inculparse a sí misma, se debilitara o dulcificará o se suavizara. ¿Qué sucedería si para algunos delitos y juicios en los juicios entre otras pruebas se exigiera, aunque fuese de forma secundaria, no como prueba total, pero si como un indicio, que los reos o potenciales enjuiciados, incluso testigos, se les aplicase dicha prueba…?

Dirán enseguida, habría que perfeccionar dicho sistema de polígrafo, habría que añadir Inteligencia Artificial, también Big Data, y, todos los sistemas informáticos que se pueden inventar o ya existir…

También deberían existir comités de personas que realizan esas pruebas, un comité, al menos de tres personas que supervisarán dicha realidad, para que no existan engaños por parte de los interpretadores de esas pruebas…

Pero imaginemos que empiecen, como prueba secundaria que se empieza a aplicar. No solo en juicios que se ha hecho ya el experimento o la experiencia, con resultados no totalmente aceptables, según indican. Pero imaginemos que se empiecen a aplicar a los Altos Cargos Políticos o que quieran aspirar a ellos, también se apliquen a otras realidades y oficios, incluso antes de los casamientos, para intentar remediar esta oleada de divorcios que ya es una epidemia, con todas las consecuencias negativas que se arrastran…

Durante siglos, en la sociedad cristiana, en general, se admitía y se sabía y se aplicaba en parte, el mandato-mandamiento de “no mentiras”. Este es el grave problema, que este principio o norma moral, que sin ello, las sociedades no pueden funcionar, se está vulnerando. Porque no es lo mismo, que alguien no pueda decir toda la verdad o la verdad, por una o mil razones, incluso por no hacer daño a otras personas, y, otra cosa es “mentir o medio mentir o medio decir verdades o todas las formas de manipular y de engañar, de actos y de palabras y de escritos y de ideas y de emociones y…”.

El grave problema de nuestra sociedad, o al menos, uno de los grandes, es que se ha instalado un ambiente enorme de la competitividad y de saltarse multitud de normas morales, y, una entre otras, es la de “no mentirás”. No estamos hablando que alguien se perjudique adrede, pero hay que encontrar el equilibrio, entre decir la verdad y decir la mentira-error. O, decir, algo que tú crees que es mentira, pero lo dices, para obtener bienes de distinto modo o manera…

Se dice, según Internet, que el mentiroso, o todos decimos, de media dos mentiras al día. No sé si será cierto o no lo será. Pero sucede un hecho, quizás complejo de interpretar, pero hay quién piensa, que el que intenta decir la verdad, y, si no la puede decir, se calla, pero no dice una mentira, solo camina con lo que cree es verdad.... Porque mentira y error no es lo mismo, alguien puede decir lo que cree es una verdad, aunque sea un error, pero no es una mentira, porque cree que es verdad. Y, alguien puede decir un error sabiendo que es un error, y, por tanto, es un error más una mentira…

Se dice que el que dice la mentira o miente o manipula, lleva como dos barajas de cartas, una de la verdad cuándo le conviene y otra la de la mentira, y, otra callarse, cuándo le conviene. Y, el que expresa la verdad o intenta, solo lleva una baraja de cartas, la de la verdad, aunque se equivoque, lo más que puede hacer, es callarse y silenciarse…

¿Pero la pregunta sigue en pie, sería conveniente ir implantando el sistema de detector de mentiras, en determinadas situaciones y ocasiones y oficios y profesiones y juicios, aunque no sean totalmente exactos sus resultados…? ¿Imaginen a los comités de los procesos selectivos de oposiciones, a los seleccionadores de recursos humanos…?

¿O, contravienen todos los fundamentos jurídicos de la sociedad y del derecho y de los derechos humanos, porque de aplicarse masivamente, surgiría otra sociedad, es decir, el individuo podría estar más controlado por la sociedad y los poderes del Estado, más que lo que ya está, y, más lo que se está implantando con progresivos cambios técnicos que se están aplicado en el espacio público y privado…? ¿…?

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