Un enorme tema conflictivo más desde los acontecimientos de hace unos lustros, qué deben saber de nosotros, y, cómo se debe utilizar esa información.
El genial Arrabal, que aquí en estos lares y en estos pagos se olvida, es como el Guadiana, que amanece y desaparece de vez en cuando. Nos hemos acostumbrado, como modestos comentaristas que somos de la rex pública, porque eso es lo que es un articulista, como la Flora de tal pueblo y de tal calle, o de la Flora y la Ramona que se ponen de acuerdo para salir a la calle, a la misma hora y minuto, para limpiar y barrer su trozo de acera, y, ya, se acercan las dos o tres vecinas o cuatro, y comentan realidades del pueblo. Después, por la tarde, quizás exista otra sesión.
El Arrabal, que estimo debería tener un museo-fundación aquí en nuestro terruño, antes que sus ojos se cierren. El Arrabal del arrabal exiliado en Paris, en cierto modo, que como toda persona-personaje no estamos de acuerdo en todo lo que dijeron e hicieron, pero si solo comentase a quiénes están de acuerdo, no podría escribir un párrafo, ni siquiera de mi mismo, porque voy evolucionando y cambiando, porque la cabeza es semiredonda, como nos diría Savater, y, está para darle vuelta a las ideas.
Bueno el maestro de las letras, Arrabal, que por cierto, ahora que tanto se habla de las altas capacidades, ya le dieron un premio a los diez años, hacia 1942, por ser un superdotado en un concurso de esa materia, y, era en plena guerra mundial, con lo cual, un día, supongo que los historiadores, de verdad, escriban la historia más real de la realidad.
Decíamos que el gran Arrabal, Fernando, que no lo hemos dicho, redactó un texto, que estimo es un artículo periodístico, por tanto, nos abre un género, una categoría o un paradigma, titulado: ¿Por qué Mitterrand pinchó mi teléfono? No puedo indicar, cuándo y cómo lo publicó originalmente, lo he encontrado y hallado y bien hallado en una antología de textos-escritos cortos del genial y estrambótico y pánico y surrealista Arrabal, al final, el movimiento pánico de las artes, es una derivación del surrealismo, se podría autotitular neosurrealismo.
Y, dentro del texto cita que el señor Presidente de la República Francesa de aquella época, oía en su despacho, le llevaban trozos de conversaciones de multitud de entidades francesas, de todo tipo y de toda ideología. Debo confesar que no acabo de creerme esa información o noticia o dato o argumento que cita el señor Arrabal, porque no creo que el señor Mitterrand tuviese tiempo de todo ello, más disponiendo, según dicen las malas lenguas de dos familias que cuidar al mismo tiempo, y, al final tener que gestionar un país con armamento nuclear, y con dedos y manos que llegaban entonces y ahora, a muchos lugares de este planeta.
Cierto es, que pienso que en cierto grado, instancias y entidades inferiores al presidente, si tienen o tengan que hacer o realizar ese trabajo o esa información. Y, aquí, se debate el tema del "realismo político", como corriente de sociopolítica y teoría política y teoría del Estado –más en una guerra fría bastante caliente en aquella época-, y, aquella moralidad y eticidad y ética estricta del bien individual y del bien personal, que es intransferible y que los demás, ni la sociedad y el Estado deben inmiscuirse… Es un debate eterno..
Pero siempre recuerdo, el hecho o dato, que supongo es cierto, que llegó a España en el siglo diecisiete, a la Inquisición Española, informes de un tal Baruch de Spinoza, que entonces, además de creador de vidrios-cristales ópticos de alto nivel, además de disponer de una pequeña tertulia, además de haber tenido problemas con su comunidad de origen, y, además de haber sufrido un atentado por parte de sus mismos correligionarios, además de todo ello, solo había publicado un librito o un libro, todo sus escritos estaban en secreto de su grupo, se entiende de amigos y discípulos. O, dicho de otro modo, Spinoza en aquel tiempo, no lo que después se convirtió cuándo publicaron sus amigos y amistades sus obras completas, después de fallecer. Entonces Spinoza no era nadie o casi nadie, en Europa. Y, ya, si es cierto, ya tenían informes sobre esta persona.
Si lo anterior es cierto, debemos aceptar, que la realidad de la política real es la que es. Y, que la diferencia es que sociedades y Estados democráticos, se informarán, la esperanza, de todo lo que puedan y quieran, pero no la utilizarán contra las personas concretas de carne y sangre. Que será una información preventiva. Se decía, hace unas décadas que los sistemas de información e inteligencia de todos los países de Europa, disponían de un aparato que podría seguir las conversaciones de mil teléfonos al mismo tiempo. No sé si es cierto o no lo es.
Pero evidentemente, desde ciertos acontecimientos que sucedieron hace unos lustros, que se cayeron dos torres y otras más pequeñas, el mundo cambió. Y, ya desde entonces, suponemos que las entidades que tienen que ocuparse de estos temas, para que no vuelva a suceder lo mismo o algo parecido, teniendo en cuenta la tecnología actual, pues deben rastrear no mil, sino decenas de miles de teléfonos, decenas de miles de noticias y de informaciones y de datos y de comunicaciones… Porque como siempre es necesario que no vuelva a ocurrir esa salvajada, que no existen palabras para ponerle nombre.
Por tanto, si desean saber sobre mi, modesto articulista, les doy permiso, ahora sí, jamás utilicen la información que obtengan de mí para ir en contra de mí, cuándo yo, yo no soy un peligro ni para la sociedad, ni para ninguna ideología, ni para ningún Estado, y, yo, me esfuerzo en seguir la moral tradicional de siglos, y las leyes de mi sociedad. Si ese es el precio que tengo que pagar, yo y todos, para que no se hundan dos torres o algo semejante, es un precio que tendremos que pagar, desgraciadamente… ¡Es el sacrificio al dios de la época que tenemos que pagar…!