Nuestro mundo rural está para tomar un camino con Bruselas ante unas políticas medioambientales, más que radicales, de la UE que van de lleno contra la producción de todo tipo de alimentos referentes a pesca, agricultura y ganadería. El desmadre que se puede organizar, que se avecina, con la dichosa "Restauración de la Naturaleza" ya ha empezado y traerá cola con vistas a julio.
Hasta la fecha, agricultores, ganaderos y pesca han pedido y suplicado al Parlamento Europeo que se deje de locuras y canalladas ante la norma que obliga a los estados, por sus narices, a reparar todos los ecosistemas antes del 2050 y reducir a la mitad el uso de plaguicidas antes del 2030, es decir, pasado mañana. El mundo rural y el sentido común de nuestras gentes les dicta y denuncian que estamos ante una amenaza de mala fe contra los cultivos y los caladeros, ante un plan macabro que atenta contra la viabilidad del sector primario. Las diversas comisiones de España les dan la espalda a estos funcionarios belgas insensatos, nacidos bajo un tintero y como a todos, más tarde desean comprar los mismos alimentos que ahora desean fulminar.
Miedo nos da cuando en poco tiempo la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, la encargada de la decisión final, tras el pasado 15 de junio, y en espera de julio, nos amargue el resto del verano. Desde el sector de pesca entre otros, aluden y con razón que se ha llegado a un punto en que la protección del medio ambiente con la actividad humana y, en particular, con la necesaria producción de alimentos no lleva buen camino. Es más que fácil intentar compatibilizar la protección del medio ambiente con las personas. Estamos importando un 70% de los productos del mar que consumimos a Europa y, la nueva Ley, sin duda, contribuirá a aumentar la brecha de seguridad alimentaria. Ya se desea realizar con el arroz o con las fresas de Huelva. ¿A qué jugamos? ¿Qué tonteo llevamos en nuestro cuerpo serrano?
A partir de ahora tendremos que vivir y producir en armonía con ella, cosa que ya hacían nuestros abuelos, recuperando más biodiversidad en todo hueco que se precie, incluso en las zonas en las que se desarrolla la actividad económica, como bosques, tierras agrícolas y ciudades. Este personal, claramente está dopado y vive en una comuna plagada de logias sin igual.
La prioridad ahora irá en torno a las mariposas de las praderas, los lagartos y las moscas cojoneras. Siguen insistiendo en la destrucción masiva de presas y embalses a través de la eliminación de barreras fluviales para que pasen a ser ríos de caudal libre y con respecto al mar, se ha de restaurar las praderas marinas, los fondos sedimentarios, los hábitats de especies marinas y todo lo que le venga al ideólogo de turno.
Como verán ustedes a más de uno se les ha ido la chapeta y ya no existe juicio ni cordura. Sabemos que naturaleza y persona deben ir de la mano y todo lo contrario roza toda línea roja. Aquí, la dignidad de las personas queda bajo mínimos bajo la del caracol, un animal marino o una araña de vete a saber de dónde viene. Hemos perdido más que el Norte.
Me consta que muchos eurodiputados están que trinan, pero una vez más podemos observar que siguen existiendo políticos de "corta y pega" que en vez de hacer la vida agradable a todo quisque, lo único que desean es amargarle cada segundo de su vida. No creo que muevan ficha los sindicatos españoles pero los franceses, según he sabido estos días pasados en París empiezan a organizarse bien. A éstos de Bruselas, cuanto antes, como a Pedro Sánchez.
La batalla cultural contra las ideologías venenosas de Bruselas, una vez más, desde Valores, como partido ya europeo, sigue adelante. En ningún momento dejaremos que la naturaleza sea agraviada pero tampoco nos ladearemos ante nuestros agricultores, ganaderos o pescadores que están siendo vapuleados por cuatro chalados de poca monta.
MARIANO GALIÁN TUDELA