A ver, yo desde siempre he sido tolerante y pienso que todos somos iguales, con independencia de nuestra raza, religión o sexo.
Ahora, con esta nueva Ley de Empleo que está cociéndose en el Congreso, se pretende que el colectivo LGTBI tenga prioridad a la hora de encontrar empleo. Pero, ¿acaso este colectivo tiene discapacidad? Creo que es un insulto para estas personas. Si lo que queremos es darle visibilidad y naturalidad, este no es el camino. Pienso que el efecto que va a generar es totalmente opuesto. Se trata de no discriminar a nadie.
El SEPE, ¿piensa publicar ofertas con este requisito? Creo que a alguien se le está yendo esto de las manos.
Quién sepa algo de leyes y de Constitución, sabrá que por un lado la ley de Protección de Datos, nos ampara y que el artículo 14 de la Carta Magna, apunta a que todos somos iguales.
Creo que el señor de las ideas, o la señora, confunde velocidad con tocino, porque si vamos a normalizarlo como debemos, tenemos que comenzar a pensar en que sí somos iguales y que en todas las escuelas, se apliquen los valores importantes como son la igualdad y el respeto hacia los demás. Porque a todos se nos llena la boca con la palabra "respeto", pero aún hay mucha gente que ve con malos ojos que un compañero homosexual se case con otro hombre. Así que no se trata de darles facilidades, cómo si no fuesen capaces por sí mismos, sino que de lo que se trata es de tener valores desde bien pequeños y no mirar a nadie como si fuese un apestado porque sus gustos son diferentes.
Con estas ideas no evolucionamos, vamos para atrás. Etiquetando y segregando. ¿Es esto inclusión o exclusión? Esta ley va a ver la luz porque al Gobierno le viene bien, porque le interesa.
No voy a entrar en otros temas que también aparecen en esta ley, pero me parece vergonzoso que se pretenda ganar unas elecciones jugando con las personas.
"Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas"
José Antonio Carbonell Buzian