Opinión

Golpe de estado a la justicia

Mientras que estos días andamos celebrando las gestas españolas de Juan Sebastián Elcano y Magallanes en sus 500 años de la Primera Vuelta al mundo, al mismo tiempo, nos sentimos medio hundidos por los hechos acaecidos ayer en Madrid ante el discurso histórico con el que D. Carlos Lesmes, Presidente del Consejo General del Poder Judicial inauguraba ante nuestro Rey de España el año judicial. Desde ese momento hemos oído de todo pero nada bueno: crisis del poder judicial, frivolidad, irresponsabilidad, acoso, desprecio y una cadena de quejas hacia los partidos políticos que estos últimos años han deseado mangonear el poder judicial desde los poderes legislativos y ejecutivos. Las mejores rosas del jarrón, por decir algo, se las ha llevado la Fiscalía General del Estado.

Lesmes, en todo momento asumía la necesidad de aprovechar tal crisis sistemática para abordar la despolitización de la Justicia: La reforma es ineludible y deberá abordarse con la mayor urgencia. Ante una intervención valiente y memorable la cual realza a su persona acusaba al Ejecutivo de provocar, con su obsceno manoseo legislativo, el mayor estropicio de nuestra historia democrática en el tercer poder del Estado. La situación, a esta hora, es más que insostenible. Los jueces llevan años soportando los ataques del populismo de izquierdas no por incumplir sus funciones sino por cumplirlas, por ejercer de contrapoder a los excesos del Ejecutivo. Moncloa debe renunciar con cualquier partido que lleve el mando en ese momento a su apetito de intromisión en la justicia.

Al mismo tiempo, hoy jueves 8 de Septiembre, 24 horas después, los vocales desean priorizar un acuerdo consensuado al ultimátum del Gobierno. Hoy, a las 10 de la mañana se inicia el proceso en abordar la renovación de dos magistrados del TC, pero sin candidato alguno y obviando el plazo legal fijado por el Gobierno, que finaliza el próximo 13 de Septiembre. Me imagino que la noche que han pasado nuestros jueces no ha sido lo que debería haber sucedido, un descanso tras haber hablado sin pelos en la lengua y haberles cantado las cuarenta a todos los que estaban en tal acto. Lesmes, sin duda alguna, pronunciaba ayer un discurso que nunca, en los años de su mandato, había conjugado de forma tan eficaz y, el poder judicial está dispuesto, por sus pistolas a plantarse si los dos poderes restantes los sigue asfixiando de la forma que viene aullando.

Lesmes no ha podido ser más claro, con su anuncio, tras la guerra incesante desde Moncloa y Arco Parlamentario, ante el continuo Golpe de Estado, se abre una crisis institucional sin precedentes, es probablemente la última llamada de atención a políticos sin ética alguna y a la ciudadanía por su bloqueo y el posterior ataque que ha supuesto la reforma que les impide hacer nombramientos. El derrumbe ha sido tan grande que no se había producido una situación semejante en la cúpula de la Justicia Española en toda la historia de nuestra democracia. Me alegra saber que en su disertación de ayer no dejó títere con cabeza en el reparto de culpas, tanto al Partido Popular como al Socialista.

Ante esta debacle nunca pensada en España, desde estas humildes líneas nos adherimos al Poder Judicial frente a la bandada y aullidos que tiene en su entorno debilitando y erosionando las principales instituciones de la Justicia Española. No nos olvidemos de un lobo secuaz que anda tras las cortinas: la Fiscalía General del Estado.

Un buen juez amigo, cada vez que me lo encuentro por la calle siempre me dice lo mismo: "Mariano, reza por nosotros". Con ello ya me lo ha dicho todo.

¡Menudo día de alegrías y hundimientos! Menos mal que me acabo de enterar de otra grata noticia: Alcaraz ha vuelto a ganar en tenis. Toda moneda tiene doble mirada: cara y cruz, pero la cruz, la de la justicia, a todos nos da más fuerte.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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