Opinión

Todos a una

Totana, al igual que el resto de los ámbitos regional, nacional e internacional, está padeciendo, en todas las facetas del día a día de sus habitantes, las consecuencias de la pandemia que está asolando la vida económica, sanitaria y social a la que estaba acostumbrada.

Llama la atención ver y oír la cantidad de expertos de reconocidas sapiencia y experiencia en sus especialidades, miembros de diversas entidades científicas públicas y privadas que argumentan sus análisis y expresan sus opiniones sobre causas, efectos y consecuencias de la variedad de catástrofes que se están generando en nuestra sociedad, trasmitiendo en sus reflexiones ideas tan diferentes y, a veces, tan contradictorias.

Un ejemplo claro de esta situación es lo que está sucediendo con algo tan importante para toda la sociedad como la vuelta al cole de nuestros niños.

Si escuchamos a los distintos responsables políticos en materia de educación de cada una de las comunidades autónomas de nuestro estado, comprobamos que en sus discursos se entrevé, en muchos casos, una carga ideológica y el interés propio de su región sin mostrar excesiva preocupación por la situación general.

Sabido es que las competencias educativas están transferidas y descentralizadas, pero ¿No es posible una coordinación entre todos los "sabios" de las distintas Consejerías de Educación con los "entendidos" del ministerio del rango para llegar a conclusiones unificadas?

Cuando hablan, unos y otros, de medidas que van en la misma dirección, por parecer obvias (disminución de ratio, aumento del profesorado, creación de espacios, medidas higiénico sanitarias…), ¿Pueden explicarnos como se van a llevar a la práctica desde criterios comunes para todos?

Que estamos en una coyuntura extraordinaria que requiere medidas nuevas e imaginativas es innegable. Lo que no parece razonable es que hayamos llegado al inicio de curso en los centros educativos con una gran incertidumbre, cuando no desconocimiento, de los agentes directos de la comunidad escolar (padres, alumnos y educadores), sobre que medidas se va a llevar a cabo para unas mínimas adecuadas educación y seguridad de nuestro alumnado.

Que la incidencia de los contagios no es idéntica en todas las zonas del territorio nacional es sabido. Lo que no se entiende es que desde cada Comunidad Autónoma se esté intentando solucionar el problema, insisto, con medidas tan distintas que a veces parecen hasta contrarias entre sí.

La realidad actual es que nos encontramos inmersos en el nuevo curso escolar y se acaban de recibir en los centros educativos la guía de instrucciones definitiva para las actuaciones a llevar a cabo para una vuelta lo más segura posible ante el peligro de contagios. Parece, al menos, un poco tarde para mejor preparación por parte de los colegios.

A la espera de que las medidas que se van a implantar sean lo suficientemente eficaces, es motivo de alegría que vuelvan a activarse las conectores educativos y sociales en nuestros colegios e institutos.

Antonio Rojas Camacho

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“Huir de las imposiciones dominadoras es lo justo, esta atmósfera ilícita debe revelarnos contra esos individuos sin escrúpulos, porque uno debe ser dueño de su propia existencia”