Región

Un informe de la Cátedra de Políticas Públicas de la UMU advierte de los riesgos climáticos a los que tendrá que hacer frente la Región de Murcia

La Cátedra de Políticas Públicas de la Universidad de Murcia (UMU) ha celebrado este lunes el seminario 'Riesgos de origen climático en la Región de Murcia', contexto en el que se ha presentado un informe elaborado por un panel de investigadores universitarios coordinado por el catedrático de Geografía Física Carmelo Conesa García, en el que se tratan los riesgos asociados al cambio climático global que representan una amenaza creciente en la Región de Murcia y que requieren preparación, adaptación y mitigación. El informe se centra en los tres episodios más recurrentes en la zona: las inundaciones y sequías, los incendios forestales y los cambios atmosféricos extremos. En la presentación han participado el director general de Seguridad y Emergencias de la CARM, Pedro Vicente, y por el director de la Cátedra, el profesor Ismael Crespo.

Junto a la presentación de Conesa García, han participado en el seminario otros expertos de la Universidad de Alicante y Murcia como Jorge Olcina, Marco Turco, Salvador Gil Guirado y Alfredo Pérez Morales para focalizar los resultados obtenidos en cada uno de los apartados del texto. Este informe incluye además proyecciones de futuro que ayudarán a la planificación y a la toma de decisiones.

Calor extremo y noches tropicales

El informe señala que la manifestación más evidente de la pérdida de confort térmico en la Región de Murcia se relaciona con el incremento notable de las denominadas "noches tropicales". Por ejemplo, en la ciudad de Murcia, se ha pasado de 20 noches tropicales de media a principio de los años ochenta del pasado siglo a no bajar de 65 en la actualidad. El calor extremo ha dejado de ser algo excepcional. Desde el inicio del siglo XX los promedios de las temperaturas máximas durante los meses de julio y agosto han aumentado significativamente, en concreto 1,8 °C en términos absolutos y 0,2 °C por década. Los expertos recuerdan que el verano de 2023 fue el segundo más cálido en toda la Región de Murcia desde el comienzo de la serie histórica en 1961, solo por detrás del de 2022.

Las temperaturas máximas de los meses de invierno también están batiendo récords en estos años. En el informe se destacan los registros del 29 de enero de 2021 (28,3 °C en Murcia) o del 25 de enero de este mismo año 2024 (28,5 °C en Alhama de Murcia, 27,6 °C en Lorca). El calor extremo afecta especialmente a las ciudades, donde se produce el llamado efecto "isla de calor", el aumento de temperatura en áreas urbanas, generalmente por la noche, atribuido a elementos que desprenden el calor acumulado durante el día, entre ellos los materiales presentes en las ciudades como el asfalto, las fachadas de los edificios, la disposición y geometría de las calles, la concentración del tráfico de vehículos y los aparatos de climatización.

Los expertos también llaman la atención sobre el aumento de la temperatura del Mar Mediterráneo, cuyas consecuencias más palpables son el incremento de las temperaturas mínimas y de la humedad relativa, así como variaciones en el régimen de las precipitaciones.

Estrategias de enfriamiento

El informe aboga por estrategias y medidas "basadas en la naturaleza" para hacer frente al calentamiento del aire en las ciudades de nuestra región. Estas iniciativas incluyen infraestructuras verdes, como más árboles en las calles, parques y jardines, e "infraestructuras azules", como un diseño urbano sensitivo con el uso racional del agua de riego pero que permita la infiltración del agua de lluvia en el suelo. Más espacios verdes y azules no sólo reducen el calor, sino que también tienen importantes beneficios para los residentes de la ciudad y la biodiversidad local. El objetivo, dicen, es conseguir un "paisaje urbano refrescante", aumentando la cobertura arbórea y de vegetación, instalando techos ecológicos y/o fríos (principalmente reflectantes) y utilizando pavimentos fríos (ya sean reflectantes o permeables).

Sequía e inundaciones

Los riesgos asociados a lluvias torrenciales extraordinarias en la Región de Murcia muestran una realidad cada vez más preocupante, porque, según se indica en el informe, los cambios en los patrones de circulación atmosférica, con una mayor presencia de DANAS retrógradas y profundas, favorecen la aparición de escenarios de inundación más peligrosos. En apenas 24 años (2000-2024) se ha producido en la Región de Murcia un total de 17 episodios pluviométricos extremos asociados a la formación de una DANA. Entre las áreas de mayor riesgo por sus altas tasas de ocupación humana figuran las Vegas Media y Baja del río Segura, la depresión del Guadalentín y los municipios atravesados por las ramblas litorales, dotadas de fuertes pendientes y escasas infraestructuras de laminación (Los Alcázares, Cartagena, Águilas y Mazarrón).

El informe también recuerda que la Región de Murcia cuenta con una red muy densa de ramblas y barrancos capaces de generar en muy poco tiempo escorrentías de gran volumen y energía, lo que contribuye a incrementar su peligrosidad por desbordamiento en las zonas adyacentes y generar súbitas crecidas en los ríos. Al mismo tiempo, el cambio climático agrava los riesgos de sequía, aridez y desertificación en la Región de Murcia.

En la Región Murcia son cada vez más prolongados los periodos de sequía, mientras que los periodos húmedos tienden a ser más cortos, pero más intensos. La duración media del periodo seco en la Región de Murcia es prolongada, con muchas áreas experimentando sequía climática entre 9 y 11 meses al año, especialmente en las zonas costeras y del sur. Solo el Noroeste tiene periodos secos más cortos, entre 1 y 4 meses. Por eso, se señala a Moratalla y Caravaca como las zonas menos áridas de la comunidad. La Región de Murcia ha demostrado a lo largo de su historia una gran capacidad de hacer frente a la falta de agua y de gestionar con éxito este recurso, pero el nuevo contexto puede poner en riesgo la utilidad de ciertos instrumentos para solventar el déficit hídrico.

Recomendaciones estratégicas en materia de política pública para la mitigación del riesgo de inundación en la Región de Murcia

Más de 400.000 personas viven en áreas inundables localizadas principalmente en las Vegas Media y Baja del Segura, y en las zonas de costa. Los investigadores que han elaborado el informe apuestan, entre otras medidas, por el control de la erosión, la reforestación en áreas montañosas y cuencas altas o la restauración de humedales para mejorar la capacidad de absorción del territorio y reducir el riesgo de inundaciones. También advierten de que la planificación urbana debe incorporar el riesgo de inundación como elemento central. Al mismo tiempo, estos investigadores consideran que se deben revisar los umbrales de precipitación para mejorar la prevención y alerta temprana. Defienden que la revisión de los umbrales de precipitación necesarios para que se produzca una inundación es imprescindible pues los modelos actuales se basan en datos históricos que no reflejan los cambios en el uso del suelo y el incremento de la exposición.

Por último, el informe elaborado también señala que las condiciones climáticas de la Región de Murcia, combinadas con su vegetación inflamable y la exposición humana en zonas de interfaz urbano-forestal, hacen que el riesgo de incendios forestales sea alto.

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