La actuación policial contó con más de 300 efectivos y más de 20 entradas y registros simultáneos en diversos municipios de Cataluña

La investigación se inició en febrero de este año a raíz de un homicidio en grado de tentativa, derivado de un robo con violencia con arma de fuego que tuvo lugar en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Fruto de aquella investigación se detuvo a una persona que habría intervenido en el tiroteo, hecho que permitió destapar e identificar la organización criminal presuntamente relacionada con robos con violencia e intimidación, dos intentos de homicidio y tráfico de drogas.

La organización desmantelada estaba vinculada con, al menos, cinco asaltos violentos con armas de fuego, como el tiroteo del pasado ocho de junio en L’Hospitalet, en el que un hombre resultó gravemente herido, o el ataque durante la noche de San Juan en Montigalà, donde dispararon contra varias personas para robarles cadenas y joyas, causando dos heridos por arma de fuego y uno por arma blanca. Además, el 25 de junio, algunos de los investigados interceptaron a un joven que circulaba en patinete en L’Hospitalet y le dispararon en la pierna para robarle.

Estructura jerárquica con roles definidos y reparto de tareas

Tras meses de investigación, los agentes pudieron determinar la jerarquía interna y la composición del conjunto de personas implicadas en la organización criminal, que estaría formada por un mínimo de diecinueve personas, con roles y reparto de tareas definidos para ejecutar las actividades delictivas. En este sentido, la investigación permitió constatar que actuaban siguiendo los parámetros propios de una organización criminal estructurada.

Inicialmente, el grupo centraba su actividad delictiva en ejecutar robos con violencia e intimidación. Los líderes de la organización pasaban los objetivos que debían asaltar a los “segundas banderas”, quienes se organizaban con sus miembros inferiores en el escalafón para efectuar vigilancias, habitualmente en discotecas de ambiente latino, donde ejecutaban el robo cuando se daban las condiciones que ellos buscaban: oportunidad, lugar y circunstancias. Normalmente, esperaban que sus víctimas salieran de los locales de ocio nocturno para asaltarlas y, en al menos cinco ocasiones, hicieron uso de armas de fuego.

No obstante, con el tiempo la investigación evidenció que la actividad del grupo iba mucho más allá. Se descubrió que también se dedicaban al tráfico de drogas, una actividad que coordinaban tanto miembros en libertad como integrantes que ya se encontraban en su momento en prisión.

Ejecución del operativo

La madrugada del pasado día dos de diciembre se desplegó un amplio dispositivo conjunto entre miembros de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra en los municipios de Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Cubelles y Salou, con el objetivo de desmantelar la estructura actual de liderazgo de la organización.

A lo largo de la investigación se ha detenido 19 hombres, entre 18 y 49 años, de los cuales 18 fueron arrestados el día que se ejecutó el dispositivo de explotación del caso. Entre los detenidos se encontraba  uno de los jefes en Cataluña y uno de los líderes de la organización a nivel europeo, el cual mantenía contactos con otras células de la organización situadas en otros países.

De la misma manera, los efectivos practicaron un total de 20 entradas y registros, de los cuales 17 fueron en domicilios y tres en locales vinculados a los investigados. Paralelamente, también se registraron, con la colaboración de funcionarios de Instituciones Penitenciarias, siete celdas y tres centros penitenciarios donde se encontraban recluidos, provisionalmente, algunos integrantes del grupo por actuaciones delictivas anteriores.

Durante la investigación policial se intervinieron cinco armas de fuego, numerosas armas blancas, sustancias estupefacientes, 30.000 euros en efectivo, material informático y telefonía móvil, pendiente de analizar. Durante los registros también se localizó simbología asociada a los Trinitarios como bandanas y collares característicos que indican el rango dentro de la estructura. Los detenidos pasaron a disposición del juez competente el pasado cinco de diciembre quien decretó prisión para siete de los detenidos.