Los hechos ocurrieron en un polígono industrial en el que no había tránsito de vehículos ni personas, cuando los agentes observaron a dos personas realizando maniobras en el interior de un tráiler mientras observaban en todo momento lo que ocurría a su alrededor.

Ciertas irregularidades en el suelo

Tras identificar a los dos sospechosos, los investigadores comprobaron que en el suelo del interior del camión había ciertas irregularidades que permitieron descubrir un compartimento oculto en el que se alojaban varios paquetes perfectamente ordenados.

Una vez que los agentes procedieron a la extracción de los fardos, comprobaron que se trataba de cocaína envasada al vacío con sus respectivos sellos de calidad; en total fueron incautados 420 kilogramos de clorhidrato de cocaína.

Además, los investigadores intervinieron varios efectos relacionados con la investigación tales como el camión con su remolque, un dispositivo GPS y un teléfono móvil.