El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria, conocido por tener las retribuciones más bajas de todas las policías del estado, ha llevado a cabo una importante operación en aguas al sur de Cartagena, interceptando un velero que transportaba más de 4.900 kilos de hachís. Esta intervención es la mayor de este tipo en la Región de Murcia en los últimos años. Dos personas, de nacionalidades española y argentina, han sido detenidas en la operación. Este golpe al narcotráfico subraya el papel estratégico de la región murciana en la lucha contra el tráfico de drogas, uno de los principales desafíos de seguridad en la zona.
El mar Mediterráneo, especialmente la costa murciana, se ha convertido en una ruta habitual para la entrada de grandes cargamentos de drogas a Europa. Murcia, por su cercanía a África y acceso al Mediterráneo, es un punto clave para las redes internacionales de narcotráfico. La intensificación de la vigilancia en el Estrecho de Gibraltar ha desplazado las rutas hacia la Región de Murcia, donde el SVA desempeña un papel crucial en el control de estas operaciones.
La operación fue posible gracias a la labor conjunta de las unidades de información del SVA de varias regiones y del patrullero Arao, con base en Alicante. La embarcación interceptó un velero de 19,3 metros de eslora y pabellón polaco, que navegaba a 90 millas al sur de Cartagena, en una zona conocida por el transbordo de drogas. A bordo, los agentes encontraron más de 4.900 kilos de hachís distribuidos en fardos de arpillera y rafia, confirmando que la costa murciana sigue siendo una vía de entrada hacia el mercado europeo.
Aunque el SVA es un cuerpo nacional encargado de proteger las costas españolas y combatir el narcotráfico, sus agentes son los peor remunerados del país. A diferencia de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que vieron sus salarios incrementados tras el proceso de equiparación salarial de 2018, los agentes del SVA quedaron excluidos de este acuerdo. Esta situación ha provocado una grave pérdida de poder adquisitivo, consolidando al SVA como el cuerpo policial peor pagado en España. Un agente en primera línea del servicio marítimo puede ganar menos de 1.500 euros netos al mes, arriesgando su vida en operaciones de alto riesgo.
Además, los agentes del SVA no tienen el reconocimiento de "profesión de riesgo", lo que agrava sus condiciones laborales. Muchos de ellos superan los 65 años y siguen participando en operaciones peligrosas, como la interceptación de embarcaciones dedicadas al narcotráfico. La falta de reconocimiento de su labor les impide acceder a una jubilación anticipada, forzándolos a mantenerse en activo a pesar de las exigencias físicas y psicológicas de su trabajo.
Ante esta situación, los miembros del SVA a nivel nacional han decidido organizarse para luchar por sus derechos constituyendo la Asociación Nacional de Vigilancia Aduanera por la Justicia Salarial (JUSVA), cuyo objetivo es lograr la equiparación salarial con otros cuerpos policiales y el reconocimiento de su trabajo como una profesión de riesgo. Este movimiento que ha nació a nivel nacional también está presente en la Región de Murcia, JUSVA reúne a agentes de toda España con el fin de hacer visible una problemática que afecta a todos los miembros del SVA en el ámbito nacional y a sus familias.
"Estamos cansados de ser invisibles", afirman desde JUSVA. "A pesar de los éxitos operativos en Murcia y en todo el país, seguimos siendo el cuerpo policial más maltratado salarialmente. Arriesgamos nuestras vidas cada día para frenar el narcotráfico, pero no recibimos el trato que merecemos". Con la creación de esta asociación, los agentes del SVA pretenden dar visibilidad a sus demandas y exigir un salario digno, equiparado al de otros cuerpos policiales, acorde con la labor esencial que realizan en la protección de las costas españolas.
Los detenidos y la droga incautada han sido trasladados al Puerto de Cartagena y puestos a disposición de la autoridad judicial. Mientras tanto, el malestar entre los agentes del SVA sigue creciendo, y JUSVA promete liderar una lucha que busca no solo mejores salarios, sino también el reconocimiento del papel fundamental que el SVA desempeña tanto en la Región de Murcia como en toda España.
Los miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera continuará con su vigilancia intensiva en las costas españolas, especialmente en la Región de Murcia, protegiendo el territorio de la creciente amenaza del narcotráfico. Paralelamente, JUSVA continuará su lucha por condiciones laborales dignas para sus miembros y sus familias, quienes también padecen las consecuencias de ser la "policía low cost del estado español".