La macroplantación disponía de un sofisticado sistema de seguridad compuesto por más de 100 cámaras de vídeo vigilancia cuyas imágenes eran enviadas a un centro de control donde eran monitorizadas las 24 horas del día
Esta plantación no se trataba de una de cáñamo industrial ya que carecía de permiso alguno para la obtención de CBD (Cannabidiol) otorgado por la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), pudiéndose comprobar que se dedicaban a la obtención de esquejes de marihuana de plantas madre para su venta a terceros y al cultivo de plantas de marihuana para la obtención de cogollos y posterior manufactura y empaquetado de los mismos al vacío para su venta en el mercado negro.
En dicha plantación habían colocado carteles en los que se podía leer “CULTIVO DE CÁÑAMO INDUSTRIAL” y los logotipos del Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña, la Policía de la Generalitat-Mossos d´Esquadra, el Ayuntamiento de Vilasar de Mar y el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Forestales de Cataluña. Todo ello para fingir que se dedicaban a una actividad lícita que llevaban con total impunidad desde al menos el año 2018, camuflando con ello su verdadera actividad, que era el tráfico de estupefacientes a gran escala.
Una vez identificadas las personas presuntamente responsables de la plantación, junto con el resto de indicios se solicitó mandamiento de entrada y registro al Juzgado de Instrucción. Como resultado, se procedió a la detención de los cinco responsables de la plantación como presuntos autores de un delito contra la salud pública y de un delito de defraudación de fluidos eléctricos y análogos.
Más de seis toneladas de marihuana, 3,5 toneladas de cogollos
En total se han aprehendido algo más de seis toneladas de marihuana, dentro de las cuales había 3,5 toneladas de cogollos envasados al vacío en numerosas sacas termoselladas.
En el registro se localizó esta gran cantidad de sustancia estupefaciente repartida entre varias naves e invernaderos. Se trata de la mayor cantidad de marihuana intervenida en España y, en lo referente a los cogollos, el mayor alijo de Cataluña y el segundo en todo territorio nacional.
Además, dentro de la sustancia vegetal también se intervinieron 305 kilogramos de polen de marihuana y 422 kilogramos de marihuana. En la propia finca se dedicaban a prensarlo y compactarlo para la fabricación de tabletas de hachís, encontrando en dicho registro 17 kilogramos de dicha sustancia, empaquetadas en pequeñas tabletas de 100 gramos cada una. Es decir, además de la producción de marihuana a gran escala, también habían empezado a fabricar resina de hachís.
Aprehendidas más de 100.000 plantas de marihuana
Por otro lado, se ha aprehendido más de 100.000 plantas de marihuana, de las cuales unas 2.000 eran plantas madre de gran tamaño, además de más de 97.000 esquejes en distintas fases de crecimiento, los cuales, con agentes enraizantes, eran sembrados en bandejas que eran destinados a la venta para otros cultivos ajenos o al trasplante en los propios invernaderos de la plantación, y así obtener una nueva cosecha de cogollos, polen y picadura para la obtención de más tabletas de hachís.
Los responsables de la plantación habían instalado un sofisticado sistema de seguridad mediante más de 100 cámaras dotadas con funciones de última generación para detectar cualquier movimiento, las cuales enviaban imágenes a un centro de control con cuatro monitores grandes de televisión donde existía vigilancia durante las 24 horas. También disponían de una infinidad de maquinaria muy especializada usada para el cultivo, recolección y empaquetado de marihuana, así como para la producción, prensado y empaquetado de hachís.
Se detecta el mayor fraude eléctrico en una plantación de marihuana
La plantación de marihuana estaba enganchada de manera clandestina al fluido eléctrico, lo que confirma que se trataba de una macrofactoría dedicada a la fabricación ilegal de sustancias estupefacientes. En la finca se personaron inspectores de la empresa eléctrica, comprobando que existían dos enganches fraudulentos a la acometida general, siendo el mayor fraude eléctrico detectado por esta empresa en una plantación de marihuana, superando los dos millones de kilovatios/hora y el millón de euros de perjuicio económico.
Además de la sustancia estupefaciente, se han incautado dos armas de aire comprimido, un arma blanca, dos armas de electrochoque y aerosoles de pimienta, y se ha intervenido 5.385 euros en efectivo y multitud de material informático y audiovisual.
En lo referente al material intervenido para el cultivo y manufactura de la sustancia vegetal, se ha intervenido más de 1.500 lámparas de crecimiento, así como multitud de máquinas recolectoras de cogollos (descogolladoras), máquinas extractoras de polen, equipos de aire acondicionado, y humificadores, entre otros.