Fue entre marzo y finales del año 2016 cuando, dentro de una organización dedicada a la compraventa de estupefacientes y sustancias psicotrópicas en cantidades significativas, así como al fraude financiero, la falsificación y alteración de documentos, participó en la compraventa y almacenamiento de grandes cantidades de marihuana y hachís. El entramado criminal se dedicaba principalmente al tráfico de drogas entre España y Polonia, realizando entre 2016 y 2017 varios envíos de droga oculta en cargamentos de frutas.

Las investigaciones policiales comenzaron cuando los agentes recibieron información de las autoridades polacas para la localización del fugitivo. Las primeras gestiones situaron su posible domicilio en el  municipio madrileño de Ciempozuelos, estableciéndose diversos dispositivos de vigilancia en torno a la vivienda, donde solamente se pudo observar a sus familiares.

Con el avance de las investigaciones, los agentes averiguaron que el fugitivo trabajaba en Tres Cantos, por lo que se montó un servicio de vigilancia en las inmediaciones del lugar, donde finalmente fue    localizado y detenido.