Este inicio de año nos encontramos con una herencia desoladora. Habría para escribir decenas de páginas, aunque intentaré extraer lo mas significativo por ser breve. Llama muchísimo la atención el nivel de servilismo, de conformismo que presenta la sociedad española y por ende, en igual medida en el resto de países de nuestro entorno.
Según los datos publicados, correspondientes al tercer trimestre del año pasado, la deuda pública en España ha crecido en el tercer trimestre de 2021 en 7.537 millones de euros y se sitúa en 1.432.228 millones.
Esta cifra supone que la deuda alcanzó el 121,8% del PIB en España, el equivalente a mas de 30.000€ por ciudadano español.
Y es que la evolución de la deuda es sino increíble, si que alarmante; algunos datos de referencia:
- 1980: 15.997 Millones de €
- 1990: 136.775 Millones de €
- 2000: 374.557 Millones de €
- 2010: 649.153 Millones de €
- 2020:1.345.784 Millones de €
- Septiembre 2021: 1.432.228 Millones de €
Y como digo, nadie dice nada.
Como podemos deducir de estos datos, la deuda española sigue creciendo sin parar y nadie se escandaliza, nadie dice nada; y esto supone una deuda que si en cualquier momento el Banco Central Europeo dejase de gestionarla, de comprar deuda de los países miembros, sería un descalabro sin precedentes en tiempos modernos en España. Entonces si que tendríamos una crisis económica, en términos entendibles por todos, "de tres pares de narices".
Nunca se había puesto tan de manifiesto eso del "dame pan y dime tonto", como está pasando ahora mismo en nuestra sociedad.
Nos estamos acostumbrando a que los gobiernos que se van sucediendo, vulneren una y otra vez los derechos fundamentales de los españoles, y el actual, el de Pedro Sánchez, no se queda atrás.
La gestión de la pandemia, la paupérrima gestión de la pandemia, nos está dejando unas secuelas económicas, laborales, sociales que nos va a costar muchos años poder superar, si es que se consigue superar alguna vez.
Bajo el paraguas de la pandemia, se está gestionando mirando en el totalitarismo que a cualquier politicucho bananero aspirante a dictadorzuelo le gustaría implantar.
El principal y mas grave error que se ha cometido en la gestión de la pandemia ha sido el "no coger el toro por los cuernos desde el minuto uno" y seguir las directrices de organismos externos a nuestro país sin cuestionar ni analizar nada. ¿Dónde esta nuestra independencia, nuestra soberanía, nuestro criterio, nuestros expertos?. Después, este gobierno ha sido incapaz de dictar las normas y directrices necesarias generando un enorme caos normativo entre las distintas Comunidades Autónomas, con graves agravios comparativos entre ellas.
Se ha impuesto el llamado "pasaporte covid" con el único objetivo de generar división y enfrentamientos entre los ciudadanos, porque se ha demostrado que para otra cosa no vale. Documento este equivalente al "pasaporte sanitario nazi" para poder acceder a museos, edificios públicos, teatros, escuelas y lugares de trabajo. Con esto se han vulnerado y pisoteado los principios constitucionales del primero al último; así como diversas leyes.
El artículo 14 de la Constitución, en sede de derechos fundamentales, dice que: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecerdiscriminaciónalguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".
Artículo 18, 4: "La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos".
Artículo 19: "Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional".
Y el artículo 9, en el Título Preliminar de la Constitución, establece que:
Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.
Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas, remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.
La pandemia nos ha dejado varias evidencias que deberían haber sido prioritarias a la hora de plantear medidas para prevenir este tipo de situaciones en un futuro; sin embargo en vez de trabajar para generar el tejido industrial necesario para en caso de una crisis sanitaria, natural,… del tipo que fuese, pudiésemos ser totalmente suficientes y no depender de terceros países; este gobierno se ha dedicado a legislar aprovechando la situación para generar chiringuitos de voto cautivos pensando en futuros comicios.
Seguimos en niveles de paro elevadísimos y en vez de buscar soluciones para generar empleo y garantizar el futuro de nuestros jóvenes, el gobierno apuesta mas por políticas de subvenciones y limosnas. Pan para hoy y hambre para mañana.
Se continúa sin solucionar el problema interterritorial en España. El mas grave error de la transición fue el establecer diferencias entre regiones independientemente de las motivaciones. No deberían existir diferencias legislativas, sociales, económicas, entre las distintas Autonomías. Todos los ciudadanos españoles deben tener los mismos derechos y opciones sin discriminación alguna independientemente de donde vivan. ¿Es que hay alguna Región que no haya tenido historia?. ¿Los habitantes de alguna Región son mas o menos que los del resto?
Hace mucho que se deberían haber eliminado esas diferencias establecidas en algunas Autonomías y lo que se continúa haciendo es acrecentarlas sometiéndose al chantaje de gobiernos autonómicos impresentables que condicionan al gobierno de la nación y al resto de Autonomías.
Socialmente, tampoco el panorama es muy alentador, hay que eliminar las políticas de subvenciones (como ya dije), generar empleo de calidad y futuro; legislar para la igualdad real y evitar el enfrentamiento y odio social.
Parece que ya es norma incuestionable que cada gobierno tenga su propia Ley de Educación y esto en vez de ser positivo, cada vez va a peor. La educación tiene que ser aséptica, aportar valores personales y sociales, pero sobre todo no puede ser instrumento de adoctrinamiento de ningún tipo. No se puede premiar la falta de esfuerzo y sobre todo, sobre todo el sistema educativo tiene que ser capaz de enseñar a los niños a pensar y ser críticos con su entorno. Solo así podrán razonar y triunfar.
Volviendo a la pandemia, que desgraciadamente todavía la tendremos entre nosotros durante bastante mas tiempo. Solo pedir a nuestro presidente Sánchez que hable claro a los españoles, que apueste por la sanidad de verdad, que se olvide del pasaporte covid, que deje de hacer negocio con la pandemia, y que establezca de una vez por todas las condiciones para que en situaciones de crisis, todas las Comunidades vayan a una.
Por terminar, sed felices pero seguir siguiendo libres.