Ante la inusitada proliferación de cartas y declaraciones de militares retirados, anunciándonos poco menos que un cataclismo nacional e intentando involucrar al jefe del Estado en sus elucubraciones, los miembros, civiles, militares y militares retirados, del Foro Milicia y Democracia, cuyo fin es defender los valores democráticos en el seno de las Fuerzas Armadas, queremos manifestar:
Que, como militares, agradecemos y compartimos las declaraciones públicas de la ministra de Defensa y del jefe del Estado Mayor de la Defensa confirmando el completo y absoluto apartidismo de las Fuerzas Armadas españolas como institución.
Que, como ciudadanos,
1/ Creemos que no está en riesgo el orden constitucional
2/ Creemos que nadie tiene derecho a arrogarse el patrimonio del patriotismo y del amor a España ni el uso interesado de sus símbolos, negándoselo a los demás.
3/ Creemos que el artículo 8.1 de la Constitución no puede interpretarse de forma aislada, sino en adecuada simbiosis con el resto del articulado constitucional, especialmente el artículo 97, y las leyes que desarrollan la Constitución, especialmente en este caso la Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional.
4/ Creemos que la actual situación política en España no es sino la lógica consecuencia del juego democrático de mayorías y minorías, establecido a través de elecciones periódicas llevadas a cabo de forma limpia y controlada de acuerdo con las prescripciones de la Constitución y las leyes.
5/ Creemos que, dentro de este legítimo y conveniente juego de confrontación ideológica, no se están transgrediendo los principios básicos de separación de poderes, tal como están establecidos por la Constitución y las leyes.
6/ Creemos que todas las mayorías concretas y circunstanciales que salen de las diferentes elecciones legislativas periódicas tienen el derecho y el deber de legislar en función de su concepto del bien común, mientras no se trasgredan ni la Constitución ni las leyes en ese momento vigentes y solamente mientras estén vigentes.
7/ Creemos que teniendo todos los ciudadanos el derecho a la libertad de expresión, con las excepciones que contempla la ley, quien use de ella debe ser consciente de sus posibles repercusiones sociales, no sólo jurídicas.
Queremos finalmente hacer un llamamiento a todas las fuerzas políticas, sociales y estamentales a acabar con el clima de confrontación agresiva imperante, que en nada ayuda a superar los graves y difíciles momentos a que se enfrenta nuestro país, que necesita y requiere de los esfuerzos sinérgicos de todos los ciudadanos para superarlos.