La situación que estamos viviendo y el confinamiento de la población en sus hogares está haciendo aumentar el uso de los canales de comunicación ofrecidos por la telefonía, habiéndose convertido hoy día en un servicio de primera necesidad.

En el mundo rural, la población, más bien en avanzada edad, se encuentra en muchas ocasiones sola, con el teléfono móvil o fijo como único elemento para mantener relaciones estrechas y lazos afectivos con sus familiares y amigos, así como de ocio y los compromisos laborales y profesionales, que exigen disponer de canales de entrada y salida de dato. Sin embargo, las teleoperadoras parecen ajenas,  siguen aumentando sus ingresos y sus beneficios a costa de la utilización de estos canales en estos duros momentos.

Solicitamos, durante el periodo de vigencia del Real Decreto 463/2020, la gratuidad de los servicios telefónicos y de internet para todos los colectivos vulnerables, puesto que en España tenemos, hoy, las tarifas más caras en base a la media de la Unión Europea, según el índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) de la UE.

Tras el paso de esta situación de emergencia, solicitamos el abaratamiento de los precios de telefonía e internet, puesto que la diferencia del servicio en el mundo rural y el urbano es inadmisible, con graves consecuencias para el territorio y su gente y la generación, también, del despoblamiento por falta de servicios e infraestructuras.

“Necesario es implantar la mejora de la conectividad de los colectivos vulnerables, para facilitar la vida de las personas que requieren de atención telemática, para garantizar seguridad, su cobertura sanitaria...”, afirma Francisco Casero, Presidente de la Fundación Savia.