Pedro Sosa y Adoración Peñas han dado una rueda de prensa para anunciar que han denunciado ante el SEPRONA una balsa de purines de unos 7000 m2 cerca del Cabezo Velillas en la pedanía de Purias, tras las quejas de los vecinos de la zona que están sufriendo un malestar insoportable.
Pedro Sosa ha señalado que tras el cierre de las plantas de purines en el año 2014 y pese a que se llevó a pleno una moción conjunta en la que el PP local se comprometió a buscar soluciones al problema que ello conllevaría, no se hizo nada al respecto, "al ser un gobierno pelele de la administración regional y nacional", dando lugar al cierre de las plantas y la pérdida de empleo de sus trabajadores que se vieron desamparados por todas las administraciones, al igual que los ganaderos que gestionaban allí sus residuos.
Sosa ha recordado que ya son varias las denuncias que han llevado a cabo por las ampliaciones de los cebaderos, como una en Campillo el pasado octubre u otra en Tercia en abril de 2015, que tras el urbanismo voraz que sufrimos en las décadas anteriores, han producido que muchas viviendas tengan que coexistir con las balsas de estas explotaciones, una situación que tacha de "inadmisible" y que debería ser impedida por los técnicos municipales si éstas no cuentan con las instalaciones necesarias para deshacerse de los residuos que generan, así que ha instado a la concejala de Medio Ambiente y de Urbanismo, doña Saturnina Martínez a tomar medidas de una vez en este asunto, ya que "es una vergüenza lo que está pasando en nuestro municipio con el tema de los purines".
Adoración Peñas ha hecho referencia a los problemas sanitarios y ambientales que los vertidos incontrolados de purines originan, que ahondan más si caben teniendo en cuenta que Lorca es una de las ciudades europeas con peor calidad atmosférica, contaminando el suelo, las aguas subterráneas por nitratos y la atmósfera, más la proliferación de plagas de insectos, como mosquitos tigres, cuyas picaduras son terriblemente dolorosas y pueden ser vectores de otras enfermedades.
Para Peñas la actividad ganadera es necesaria y una fuente de riqueza para el municipio, "pero ha de compatibilizarse con la convivencia ciudadana", cosa que a todas luces no se está dando. Peñas se ha puesto como ejemplo de los problemas que estos vertidos originan, al ser vecina de Aguaderas afectada por los malos olores cuando el viento sopla en esa dirección, lo que le impide realizar actividades cotidianas, como tender la ropa en la calle, a la cual se le adhiere en seguida el hedor, o simplemente tomar el fresco en el porche de su casa, amén de afectar a la salud principalmente de los colectivos más vulnerables como niños, ancianos y personas con problemas cardiorrespiratorios.