El salón de actos de la sede de Ceclor acoge entre las jornadas de mañana y pasado una nueva cita con la cultura judía. Se trata de la celebración del seminario y laboratorio de ideas sobre el arte judío denominado “Think Tank, el arte de ser judío”.

Los hallazgos de la Sinagoga y del barrio judío del castillo de Lorca, así como algunos materiales arqueológicos de gran valor artístico (yeserías decorativas, lámparas de vidrio, etc.) han convertido a la ciudad de Lorca en un marco idóneo para el estudio de lo que se viene denominando “el arte judío”.

¿A qué podríamos denominar arte judío? ¿A aquel realizado por judíos? ¿Al que se inspira en motivos judaicos? ¿Al realizado por judíos y no judíos? No cabe de duda que el Seminario se convierte en un lugar idóneo donde debatir sobre estas cuestiones, sobre las aportaciones artísticas de los judíos y sobre su visión del mundo.

En la Torá el Dios de Israel dota de especiales cualidades de creatividad a Betzalel para la construcción del Mishkan o Tabernáculo del desierto. Arte y artesanía van de la mano y la creatividad forma parte esencial del hombre como aptitud psicológica y divina. Hoy en día no podemos contemplar las producciones artísticas desde disciplinas estancas: historiadores, historiadores del arte, sociólogos, antropólogos, psicólogos o filósofos deben poner en común sus ideas.

Según Richard Cohen, autor de Jewish Icons (Berkley, 1998), a lo largo de la Edad Media se aprecian distintas evidencias como elementos decorativos, manuscritos iluminados, estructuras sinagogales, expresiones artísticas de varias generaciones que formaban parte de de la Vida Judía. Todavía en círculos académicos y no académicos, judíos y no judíos, la creencia de que los judíos y el arte son entidades opuestas está aún vigente. Nada más lejos de la realidad.

Aquí se inserta la cuestión del “arte judío”. Ninguna definición de arte judío, como dicen Jonathan Karp y Barbara Kirshenblatt, puede ser suficiente, pues la Judeidad es algo continente y contextual, más que algo definitivo o presunción previa. En palabras de Cohen, estamos ante “lo que refleja la experiencia judía”.

Una de las mejores expertas del denominado “Arte Judío” es la doctora Vivian Mann. Autora de numerosas publicaciones, ex Directora del Museo Judío de Nueva York y, en la actualidad, Directora del Master de Artes Visuales Judías en Nueva York, la profesora Mann es, además, una gran conocedora de los hallazgos de Lorca y, consciente de su enorme potencial y valor histórico, una gran defensora de su puesta en valor. Ella nos ilustrará con dos interesantes conferencias de arte medieval.

Una comunión difícil: Artistas judíos y cristianos en la España Medieval

Esta conferencia explora las interrelaciones entre el arte Judío y cristiano en la Edad Media Los dos últimos siglos de la vida de los judíos en la España Medieval coinciden con la era del retablo. Documentos y otras evidencias prueban que judíos y conversos fueron artistas de los altares cristianos; algunos fueron principiantes que firmaron contratos y otros eran asistentes de los talleres. La colaboración entre cristianos y judíos, además de las actitudes hacia los judíos en los tiempos medievales, dio como resultado una significativa presencia judía en las piezas de los altares. Judíos de aquella época fueron actores en escenas de la vida de Jesús, los espacios judíos sirvieron como marco para el Templo y la Tierra Sagrada. Muchas escenas aluden a la vida medieval. Como los talleres que producían retablos también producían manuscritos iluminados, el arte de un tipo a menudo influía en otros. Relaciones estilísticas e iconoclastas se puede extraer de los retablos y los manuscritos iluminados en hebreo, latín constituyendo otros tipos de interrelación entre el Arte Judío y el Cristiano.

Tradicionalismo en el Arte Ceremonial Sefardí

Aunque existen relativamente pocos trabajos de arte ceremonial judío de la España Medieval, puede ser reconstruida de las representaciones de miniaturas de la cuarta centuria en los manuscritos hebreos y mediante el seguimiento de trabajos utilizados en la Diáspora Sefardí del Norte de África, Italia y el Imperio Otomano. El resultado de estas continuidades entre los manuscritos y la actualidad, ejemplos posteriores, así como el lenguaje de las inscripciones dedicatorias, es un sentido muy fuerte de tradicionalismo que los Judíos Sefardíes abrazaron y que se expresa en el orgullo de “la herencia dorada de la época medieval en España”.

Estos eventos están patrocinados por la Fundación Sefarad Beitenu, y cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Lorca.